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La Crucifixión
y El Juicio Final, de Jan van Eyck, son dos de las piezas más preciadas dentro de la Colección del Museo Metropolitano de Arte (Met) de Nueva York.
Por años se creyó que ambos cuadros podrían formar parte de la misma pieza. Aunque las pinturas en sí han sido objeto de frecuentes estudios técnicos, sus marcos originales no lo habían hecho.
En un esfuerzo por detectar evidencia de bisagras y otras características que podrían explicar si los marcos formaron originalmente los componentes de un díptico, o de alguna otra característica que mostrara en qué tipo de pieza se integraron las pinturas, descubrieron restos de letras y palabras que habían permanecido ocultas durante siglos.
Maryan Ainsworth, conservadora del Departamento de Pintura Europea, no podía ocultar su entusiasmo al dar la noticia en el blog del Met. “Imagine nuestra sorpresa cuando en una investigación técnica de dos de nuestras pinturas más preciadas, “La crucifixión y El juicio final de Jan van Eyck, ¡descubrimos un misterioso texto fragmentado!”.
“Hemos hecho un esfuerzo por detectar bisagras u otros detalles que revelen si fueron originalmente un díptico, las alas de un tríptico o incluso las puertas de un tabernáculo (el Sagrario donde se guarda el Santísimo Sacramento) o un relicario”, explicó la curadora Maryan Ainsworth.
Las radiografías permiten ver, según los investigadores, diferencias entre los materiales utilizados. Por ejemplo, elementos más pesados, como el plomo, son radiopacos y aparecen de color blanco en las imágenes. Con los resultados en la mano, los especialistas no solo vieron antiguas marcas en los marcos, también hallaron unos sorprendentes textos que parecen hechos en holandés
“Había restos de letras y palabras debajo de la pintura de color dorado que se aplicó en una restauración anterior. ¿Qué podría ser este texto? ¿Y cuándo fue escrito?”, se pregunta Ainsworth. La curadora tiene la teoría de que podrían parte de un bajo relieve -pastiglia- que se hace con gesso (sustancia de color blanco que se aplica a lienzos antes de pintar) y normalmente se usa como base para dorar. Este método fue especialmente usado en pinturas italianas de los siglos XIV y XV.
Tras eliminar con precisión quirúrgica las capas de antiguas restauraciones, Sophie Scully comprobó que las inscripciones "estaban pintadas de una manera muy delicada y caligráfica".
Diminutos fragmentos de pintura que apenas eran manchas en los mapas XRF ahora se veían como partes de letras. Los trabajos revelaron además que la decoración original había sido raspada deliberadamente hasta la madera con una cuchilla, probablemente cuando las pinturas se enmarcaron en un tabernáculo de estilo italiano durante su estancia en Nápoles en el siglo XVII.
En el estado en que se encontraban los marcos, el Met no podía mostrar las pinturas de Van Eyck, porque distraería al público de la magnífica obra del pintor flamenco.
akc