Teniendo a los Atlantes de Tula como testigos, la Luna "sangró". Tres eventos celestiales se dieron cita esta madrugada: luna azul , la superluna y el eclipse lunar . Juntos, cambiaron la apariencia de nuestro satélite natural.
Desde la pirámide B de la zona arqueológica de Tula , a las 6:44 la Luna se perdió en el horizonte. Nuestro satélite natural se ocultó tras el cerro Magoni , lugar que aún guarda restos de cultos prehispánicos.
Arqueólogos y astrónomos
se dieron cita en Tula para observar y registrar el fenómeno astronómico y que, junto a los Atlantes, embellecieron el paisaje.
Poco a poco la sombra de la Tierra se fue apoderando de la Luna cubriendo por completo su brillo. Los tonos rojizos y naranjas llegaron y fue como ver a nuestro astro incendiarse.
Este fenómeno no ocurría desde el 31 de marzo de 1866 , hace 152 años; y la próxima ocurrirá el 31 de diciembre de 2028 .