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Cuesta mil 400 libras, lo que equivale a 33 mil 751 pesos mexicanos, y se vende en Harrods, la exclusiva tienda por departamentos británica. Y a pesar de su tierna apariencia, este juguete de 30cm de largo ha enfurecido a los animalistas.
¿La razón? El lujoso perrito está fabricado con piel de conejo de la raza Orylag, la que es expresamente criada para conseguir una piel similar a las de las chinchillas.
"Es increíblemente suave al tacto", señala Harrods en su página web, y añade: "Un compañero irresistible de acariciar". "Es abominable dar a los niños pequeños, que naturalmente ven a los animales como sus hermanos, hermanas y amigos, la piel de un animal atormentado para jugar", sostuvo Mimi Bekhechi, vocera de Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA, por su sigla en inglés), al periódico Daily Star.
La portavoz del organismo animalista agregó que el corazón de muchos niños "se rompería" si supieran que esos juguetes vienen de animales reales, con sentimientos reales, y que mueren electrocutados. "Ningún padre compasivo debe dejar que estos horribles juguetes estén ni siquiera cerca de sus hijos", puntualizó.
El juguete es fabricado por la empresa francesa Caresse d'Orylag, que asegura que la piel de conejo Orylag es "una de las más finas del reino animal" y afirma que los juguetes elaborados con ella ofrecen "un viaje táctil, una experiencia sensorial única, un momento excepcional".
jpe