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La gran variedad de alimentos que podemos consumir nos pone ante la tarea de decidir qué incluimos en nuestra dieta y qué dejamos de lado. Es este el momento en que podemos contribuir con nutrientes a nuestro organismo o sumarle sustancias que perjudicarán su salud.
Los nutrientes son las sustancias químicas contenidas en los alimentos que el cuerpo descompone, transforma y utiliza para obtener energía y materia para que las células lleven a cabo sus funciones correctamente, explica la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica.
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Beneficios de la fruta de la pasión
En base a lo señalado, resulta muy importante elegir adecuadamente qué alimentos incorporamos en nuestra rutina, siempre con la mente puesta en la nutrición y el cuidado de la salud. Las frutas y las verduras son los principales alimentos que deberías priorizar a que estos aportan nutrientes esenciales, vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, según datos de la Clínica Ciudad del Mar (Chile).
En este marco, el maracuyá es una fruta altamente recomendada por su contenido de carbohidratos, proteínas, lípidos y compuestos bioactivos, de acuerdo a un informe de la Universidad Nacional de Trujillo (Perú). Además, sus expertos afirman que sus semillas y cáscara son infrautilizados, a pesar de ser fuentes de compuestos fenólicos y carotenoides que ofrecen efectos medicinales beneficiosos para la salud.
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En cuanto a la semilla del maracuyá, conocida como la fruta de la pasión, resulta ser una parte muy beneficiosa para la salud. Un estudio de la Universidad Nacional de Colombia afirma que las semillas de este alimento aportan compuestos antioxidantes y fenólicos que ayudarían en la prevención de enfermedades degenerativas y cardiovasculares.
La semilla del maracuyá también ofrece beneficios para la salud del sistema digestivo y el aceite que se extrae de ellas tiene un impacto positivo para el cuidado del corazón. De todos modos, los responsables de la investigación afirman que por ahora son datos que se continúan investigando por lo que, antes de realizar cualquier cambio en nuestra alimentación, es conveniente la consulta con un médico.
