La Profepa alerta por la tala de dunas y manglares ante la intención de una posible invasión de terrenos; los vecinos consideran que el espacio debe ser para los residentes locales y no para las empresas inmobiliarias

Los manglares pudieron haber frenado la devastación de Otis en Acapulco. Hoy, restaurarlos es una urgencia climática, social y económica.