Esta mañana ha sucedido un hecho que ha consternado a la Ciudad de México. En ese momento del día, cuando la vida en la capital comienza a tomar su curso, fueron asesinadas dos personas del primer círculo cercano a la jefa de Gobierno, Clara Brugada.
En un video que ha circulado en redes y en distintos medios de comunicación, se observa a un hombre frente al automóvil estacionado sobre la calzada de Tlalpan con las intermitentes encendidas. El hombre esperó a que abordara la segunda persona del lado del copiloto; una vez que ambas personas se encontraban dentro del auto el hombre se tomó unos segundos para disparar y salir corriendo.
El homicidio de Ximena y José se suma al intento de homicidio de García Harfuch en junio 2020, al de Ciro Gómez Leyva en diciembre 2022 y el homicidio del jefe policiaco Milton Morales en julio de 2024, en tanto que se trata de personas con un perfil público de alto nivel. Las características del asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz son prácticamente las mismas que los casos de Harfuch, Ciro, y Milton: ataque directo, precisión en los tiros, y un móvil que indica que estaban “campaneados”, es decir, que eran monitoreados y seguidos con anterioridad por sus agresores.
Como en el caso del jefe Milton, los agresores esta vez también lograron su cometido. Las preguntas siguen siendo las mismas: ¿Quién fue? ¿Cuál es su motivación para ordenar el asesinato de personas con estos perfiles públicos?
La jefa de Gobierno ha asegurado esta mañana que la Secretaría de Seguridad y la Fiscalía capitalina ya se encuentran investigando. “Investigar”, esa palabra que parece ser la única respuesta a la consternación ciudadana.
¿Quién tiene la infraestructura económica, material y humana para coordinar estos crímenes? La respuesta parece estar a la vuelta de la esquina.
Es muy importante que el gobierno de la Ciudad de México no trate este asunto como un homicidio más como los que ocurren todos los días. Ayer, por ejemplo, hubo cuatro homicidios dolosos, según los datos oficiales. Y no porque haya casos más importantes que otros, todos deben esclarecerse, pero el hecho de que hoy por la mañana hayan asesinado a dos personas del primer círculo de la Jefa de Gobierno cobra una mayor relevancia que no puede hacerse a un lado.
No es el momento ni es prudente adelantar hipótesis del crimen. Hay que guardar respeto por las víctimas.
Lo que hoy queda son las preguntas obligadas de siempre: ¿Qué mensaje quieren mandar los autores intelectuales? ¿A quién o a quiénes va dirigido ese mensaje? No es azaroso que el crimen se haya cometido en las primeras horas de la mañana en una de las avenidas más importantes de la Ciudad de México, a menos de 10 kilómetros de distancia del despacho de la jefa de Gobierno.
Cualquiera que sea el motivo del crimen, pareciera que los autores intelectuales quisieron que todos nos enteráramos, que supiéramos que en el camino a nuestro trabajo puede sucedernos algo, aunque sea un martes por la mañana. Quieren que sepamos que nadie se les escapa, no importa que seas el brazo derecho de la Jefa de Gobierno. Nadie tiene garantías, ¿Qué le depara al ciudadano común y corriente? Por donde se le mire, la respuesta es altamente preocupante.
Es momento de abrazar a las familias de las víctimas y de cerrar filas como ciudadanía frente a la atrocidad. El asesinato de Ximena y José no puede quedar sin esclarecerse.
@MaiteAzuela