AMLO retiró como titular de la Secretaría de la Función Pública a Irma Eréndira Sandoval y fue sustituida por Roberto Salcedo Aquino. Esta decisión fue sorpresiva, pues Irma Sandoval había sido aliada incansable de la 4T, como ella misma se describe en su discurso de despedida. El presidente justificó su retiro como el inicio de un cambio de estrategia en la Función Pública.
Sin embargo, queda duda de la verdadera motivación del presidente. Irma Sandoval sufrió desgastes como figura pública y se alió con el ala equivocada en Morena. Se le ha acusado de haber adquirido en la última década un patrimonio de más de 60 millones de pesos cuando ella y su pareja, John Ackerman, tenían salarios de investigadores en la UNAM. Acusaciones que niega, argumentando que su patrimonio había sido adquirido con ahorros y herencias compartidas.
En su gestión como secretaria se exhibieron algunas irregularidades. La Auditoría Superior de la Federación informó haber detectado falta de experiencia entre su personal, falta de claridad en los objetivos y resistencia al proceso de fiscalización. Además, se acusa a Sandoval de exponer públicamente las acusaciones de violación contra Félix Salgado Macedonio. Aunque se sospecha que fue para favorecer la candidatura de su hermano, Pablo Amílcar, como candidato de Morena por el gobierno de Guerrero.
Quizá no es casualidad que esta decisión se motive además en que Irma Sandoval representaba una piedra en el zapato, algunas complicidades de la 4T con ciertas empresas y sus procesos de contratación: la alianza de la 4T es con las empresas de medicamentos de Carlos Lomelí Bolaños. Desde julio de 2019 Irma Sandoval anunció públicamente que la Secretaría de la Función Pública estaba llevando a cabo siete investigaciones en torno a empresas vinculadas a Lomelí Bolaños, empresario que ahora será regidor en Guadalajara, y a quien Morena respaldó incondicionalmente.
Lomelí Bolaños tiene vínculos con al menos nueve empresas farmacéuticas y de productos médicos en Jalisco, entre las cuales destacan Laboratorios Solfrán y Abastecedora de Insumos para la Salud (Abisalud). Abisalud ha ganado contratos bajo la 4T por más de 164 millones de pesos. Por si eso fuera poco, el mismo Lomelí Bolaños admitió haber vendido insumos químicos al Cártel de Sinaloa, según un reportaje publicado por LatinUS. En este texto, se relata que Lomelí Bolaños negoció con la OFAC (Oficina para el Control de Activos Extranjeros) para que lo quitaran de una lista de empresas relacionadas con el narcotráfico y a cambió entregó bienes con un valor de 2.7 millones de dólares. El reportaje expone documentos oficiales en el que se describe la relación de Lomelí Bolaños con el cártel de Sinaloa, y su asociación con figuras como El Chapo. Además, desde 2008, la empresa paraguas de Lomelí Bolaños, Lomedic, había sido identificada por el gobierno de Estados Unidos como una empresa que apoyaba la producción de metanfetaminas y de lavado de dinero del cartel de los Amezcua Contreras, y congeló todos sus bienes y cuentas bancarias.
El día en que Irma Sandoval anunció las investigaciones en torno a Solfrán y Abisalud (entre otras) Lomelí Bolaños renunció como delegado federal. Unos meses después la Función Pública informó que se había inhabilitado como proveedores y sancionado a Laboratorios Solfrán y a Abisalud. No obstante, tanto Laboratorios Solfrán como Abisalud siguieron recibiendo contratos públicos que inclusive se pueden consultar en Compranet y se mantienen en el padrón de proveedores, según una investigación de la plataforma Expansión Política.
La salida de Sandoval, que no pudo sostener las inhabilitaciones en contra de Lomelí, coincide con la toma de posesión del llamado superdelegado de Jalisco, como regidor de Guadalajara. Morena anunció ayer que impugnará la elección en la que Lomelí contendió para presidente municipal de Guadalajara.
@MaiteAzuela