Hace más de 6 años, cuando se fundó Impunidad Cero, muchas personas no tenían idea de lo que era la impunidad. El tema en el momento era la corrupción. Por eso la impunidad se confundía con la corrupción, como si fueran un mismo problema. En este artículo, quiero hablar de algunos de los aprendizajes que he ido adquiriendo sobre el tema.
Impunidad y corrupción no son lo mismo. En muchos casos persiste la impunidad a pesar de que no haya corrupción de por medio, por la ineficacia de las instituciones de justicia para investigar y asignar responsabilidades. Por otro lado, cuando se habla de corrupción, también debe hablarse de la impunidad que existe cuando esta no se investiga ni se sanciona.
La impunidad debe medirse por delito. Cuando se hacen estudios sobre impunidad, es importante hacerlo desde el tipo de delito que se analiza porque no todo delito debe terminar necesariamente con una sanción de cárcel. Para muchos delitos la justicia alternativa es un mecanismo eficaz para dar justicia.
No es un problema de leyes. Por más que nuestros diputados y senadores nos lo quieran plantear así, el problema de la impunidad no es un problema de mayores sanciones para los delitos o de la creación de nuevas leyes. El problema de impunidad en el país es un problema de política pública que requiere mejor eficiencia y articulación entre los elementos del sistema de justicia.
La impunidad va más allá del tema de falta de sanción. Si no se analiza el tema de acceso a la verdad, reparación y medidas de no repetición, seguiremos cayendo en soluciones punitivas que hacen poco por eliminar el problema.
El lenguaje es la primera barrera en el acceso a la justicia. Si las personas del gremio del derecho no entienden la importancia de explicar con un lenguaje claro y accesible sus conocimientos, seguiremos teniendo una gran barrera para acercar a más personas a la justicia en México.
Sí se puede reducir la impunidad. Estoy convencida que se puede reducir la impunidad para los delitos, faltas administrativas, violaciones a derechos humanos y demás irregularidades y violaciones a la ley en el país. Pero para lograr esto necesitamos instituciones civiles, y no militares, que logren prevenir, investigar y asignar responsabilidades. Hay muchos ejemplos de buenas prácticas para reducir la impunidad en México. Si quieren descubrir algunas sigan el trabajo de Impunidad Cero.
Escribo este texto antes de dejar Impunidad Cero después de más de 5 años. Aunque no ha sido un trabajo fácil, he aprendido y crecido de la mano de personas que creen que este país puede mejorar. No puedo agradecer a todas las personas que me han ayudado en este camino porque son muchas, pero sí quiero agradecer a algunas: gracias a Federico, mi mentor de toda la vida y a Luna por confiar en mí para estar en este proyecto. Gracias a todos mis colaboradores, colegas, amigos y familia por ayudarme en estos más de 5 años para hacer frente a la injusticia. Aunque cambio de lugar, no dejo los temas de justicia, impunidad y corrupción, porque creo fervientemente que entre todos podemos tener un mejor país, uno más justo y menos impune.
Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, planes para el fin de semana, Qatar 2022 y muchas opciones más.
@itelloarista