Al parecer, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) se prepara para abrir la caja de pandora y darle al preponderante en telecomunicaciones su libertad tarifaria. Aun no es oficial, pero, si no hay una voz sensata y enhiesta, este asunto podría convertirse en un escándalo.
Si no lo recuerdas, el pasado 17 de junio en este mismo espacio te conté las razones por las cuales casi toda la industria se opone a la libertad tarifaria del preponderante. Todos los competidores del Agente Económico Preponderante en Telecomunicaciones (AEPT), es decir, de América Móvil y su dupla Telmex-Telnor, se opusieron a la propuesta de darle la libertad de aplicar las tarifas que considere necesarias en 63 municipios del país para el servicio de banda ancha fija.
Según muchísimos expertos, la propuesta del IFT contraviene la reforma constitucional de 2013, pues de un plumazo desvirtúa la regulación especial al AEPT, ya que limita la preponderancia a solo unos municipios y no en todo el país. Incluso, hasta la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR) está haciendo un serio análisis de las repercusiones que esta medida traería al nuevo T-MEC.
La novedad es que desde hace unos días ya está circulando entre funcionarios y directivos de la industria de telecomunicaciones el proyecto de resolución del IFT. En el documento no sólo se pretende darle libertad tarifaria al AEPT en esos 63 mercados, sino que incluso sugiere ampliarlo 30% más; es decir, darle chance a la empresa a que aplique las tarifas que quiera en 80 municipios del país. De cumplirse esta propuesta, el escándalo estaría garantizado.
El documento elaborado por el comisionado Sóstenes Díaz González y el director general de Compartición de Infraestructura de la Unidad de Política Regulatoria, Luis Rey (¡Joer, Micky!) será puesto a consideración por el pleno del IFT en la primera semana de agosto. Al ser todavía un proyecto, aún hay tiempo para que los demás comisionados evalúen el riesgo y puedan votar en contra del despropósito.
Es posible que más comisionados aprueben el documento del comisionado Sóstenes Díaz (el mismo que propuso el padrón de celulares con registro biométrico); y de Luis Rey (el malo, porque el más malo murió en la primera temporada de la serie); sin embargo, aún existe la esperanza de que en el pleno del IFT subsistan voces con la arrogancia de sentirse libres. No vaya a ser que la eterna sucesión presidencial del regulador se quede trunca cuando Presidencia insista en que este instituto es un cero a la izquierda.
EMA Y EL AGRO
Hace poco tuve la oportunidad de platicar con Mario Gorena Mireles, nuevo presidente de la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA) y me quedé muy emocionado por los planes que hay para este organismo multisectorial. Si no la conoces, la EMA es la encargada acreditar a los Organismos de la Evaluación de la Conformidad, es decir que evalúa a los laboratorios de ensayo, calibración, clínicos, organismos de inspección y organismos de certificación, entre otros.
Es indudable el prestigio y reconocimiento que la EMA tiene en el sector de industria y comercio; sin embargo, el sector agroalimentario tenía una participación de bajo perfil. Ahora con la entrada de Gorena Mireles (representante del CNA), el sector agroalimentario tendrá una mayor vinculación con empresas y, sobre todo, con autoridades del país. Así, la mesa directiva de la EMA se ha renovado y fortalecido con dos integrantes del sector agropecuario miembros del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), del sector comercio —al contar con un miembro de Canaco y otro de Concanaco—, y también está nutrida del sector industrial, con dos integrantes de Concamin.
Con 22 años de trayectoria, a la fecha la EMA ha otorgado más de 6 mil 800 acreditaciones en diversos sectores. Tan sólo para el cumplimiento de normas para la industria agroalimentaria tiene 86 laboratorios acreditados, 42 unidades de inspección y 66 organismos de certificación en todo el país.
La estrategia del ingeniero Gorena incluye el fortalecimiento de los programas agroalimentario y ambiental con la apertura de dos nuevas áreas, firmar alianzas con las 18 autoridades normalizadoras y, sobre todo, reforzar las relaciones con gobiernos estatales y la academia.
Columnista y comentarista
Twitter: @hugonzalez0
