En 2002, se difundió el nuevo estudio del MIT Technology Review que realizó en colaboración con el grupo consultor NTT DATA – Healthcare, relativo a la transformación del sector salud en América Latina a través de una encuesta a distancia a 70 empresas del sector salud (laboratorios farmacéuticos y de dispositivos médicos, hospitales, prestadoras de servicios de diversa índole) establecidas en México, Brasil , Argentina, Colombia, Chile y Perú. El levantamiento tuvo un particular interés, pues adicionalmente se entrevistaron 30 empresas start-ups dedicadas a desarrollo de soluciones digitales para este sector; el levantamiento que ocurrió en los últimos meses de 2021.
El objetivo del estudio es conocer los esfuerzos que realizan dichas empresa por adoptar tecnologías digitales para mejorar el acceso a la atención sanitaria de los pacientes en función de conocer su ruta (o journey) a lo largo de los servicios de salud bajo la premisa de colocarlo al centro, en la medida que las empresas desarrollen capacidades tecnológicas y cuenten con el talento necesario para recolectar información, procesarla para definir sus líneas de actuación que involucren innovaciones propias o en colaboración con entidades especializadas como son las start-ups.
La inquietud que motiva a tal estudio es por la transformación acelerada promovida por la pandemia por la Covid-19 a nivel mundial en los ámbitos social, laboral y económico, afectando significativamente al sector salud. En particular, esta crisis aceleró el interés por una digitalización de la atención sanitaria y el acceso de los pacientes a los servicios de salud, dato confirmado por el 60% de las empresas entrevistadas, las cuales cuentan con algún grado de digitalización en algunos de sus procesos.
El 36% de las empresas señalan que dicha digitalización se enfoca en la prevención y vigilancia epidemiológica, en tanto que un 29% realiza análisis de datos para mejorar el diagnóstico. El resto de los encuestados aún no consolida el uso pleno de estas tecnologías o percibe que se trata de un desarrollo de mediano o largo plazo, como es el caso del uso de la inteligencia artificial.
En la práctica, la relación entre paciente y médico es cercana en muchos casos, pero la experiencia del paciente sigue fragmentada en la prevención y en el seguimiento de su tratamiento a falta de plataformas tecnológicas interconectadas.
Lo anterior contrasta con la tendencia de que los consumidores de estos servicios han adoptado la digitalización como un método de autoservicio y atención sanitaria más allá de la presencialidad en algunos, como sucede en países fuera de la región latinoamericana, lo que abre aún más la brecha digital en su relación con el paciente.
Las empresas de salud han orientado esfuerzos para ofrecer nuevos servicios digitales como telemedicina, chatbots y diagnósticos digitales, aunque enfrentan retos importantes en la integración y adquisición de talento digital para innovar y gestionar datos que faciliten la creación de servicios más personalizados. Es aquí donde las start-ups juegan un papel importante en el desarrollo de soluciones innovadoras.
Al corte del estudio es posible afirmar que las compañías de salud no demandan suficiente capital humano que tenga el talento digital y cuentan con escasos programas formativos al respecto. 66% de las empresas entrevistadas afirman que han comenzado con este tipo de entrenamiento.
Solo una tercera parte de las participantes afirman tener estrategias de tecnología “madura” en la gestión de datos, las otras dos terceras partes confiesan estar en fases iniciales.
Hacen evidente que aspectos como la interoperabilidad y la seguridad informática son desafíos serios a resolver, de los cuales destacan:
Sistemas con información imprecisa y no integrada.
Elevados costos para generar información y deben recurrir a empresas externas para generar datos confiables.
Condiciones regulatorias en cada país que limitan el acceso a la información o solo de manera parcial.
En cuanto a la Interoperabilidad, existe aún resistencia cultural para comprender el valor que estas tecnologías ofrecen en el sector.
Persiste el desconocimiento de tecnologías como Blockchain respecto a la seguridad informática y no es plenamente considerada como una aliada para los proyectos de digitalización, particularmente en la implementación del expediente clínico electrónico, donde 45% de los encuestados denotó mayor interés y donde debe ocurrir la interoperabilidad.
Para el desarrollo de soluciones digitales, ocupan estrategias para conocer a los pacientes a través de dos vertientes: la clásica, que solo considera aspectos como la edad, el género y su ubicación geográfica, según afirmó el 75% de los casos, en tanto que la cuarta parte hace esfuerzos innovadores por usar métricas cualitativas que describan mejor el comportamiento de los pacientes y ser más enfáticos en identificar la ruta del paciente en sus diversas fases, lo cual es más promisorio respecto a la segmentación clásica.
El alto grado de especialidad requerida para estos desarrollos hace que 48% de las empresas entrevistadas busquen la colaboración con las stars-ups bajo un modelo de “innovación abierta” (es decir, aquella que promueve la colaboración y el intercambio de ideas y recursos dentro y fuera de una organización, lo que acelera la innovación, cuidando aspectos como la propiedad intelectual); otro 29% de las empresas optan por adquirir a las start-ups o sus proyectos y un 23% decide por las joint-ventures. Es en Brasil en donde se registra mayor colaboración con las start-ups.
El uso de datos en la formulación de estrategias para impulsar proyectos de digitalización se presenta en el 83% de las empresas de Brasil y México; solo del 59% en países como Argentina y Chile.
Las empresas en sus mayoría reconocen como condición necesaria cambiar la cultura organizacional para comprender las nuevas tecnologías y adaptarlas en la generación de nuevos servicios que demandará puestos de trabajo con orientación a la digitalización, lo que implica la urgente formación de talento interno como factor de éxito en el corto plazo.
Por su parte, las start-ups han mostrado desarrollos acelerados ante la experiencia de la pandemia por la covid-19 en el ámbito sanitario en el 78% de los casos, en una o más soluciones orientadas de manera simultánea, tales como la asistencia de pacientes (50%), análisis y diagnóstico (41%), con uso de inteligencia artificial (51%), en telemedicina (61%), y en aplicaciones móviles -apps-(52%) y chatbots (50%).
Es así como en este acercamiento a las empresas de nuestra región están innovando para adaptarse a las nuevas demandas del mercado, mejorar la experiencia del paciente y colaborar con start-ups para impulsar la transformación digital que sugiere interesantes sorpresas por venir.
En nuestro país, las condiciones del sistema de salud, particularmente el público, debe considerar seriamente el uso de estas tecnologías y por ello debe contar lo antes posible con las normas y leyes necesarias para impulsar con certidumbre la innovación y proliferen soluciones que podrán redundar en un mejor seguimiento a los pacientes de manera puntual y eficiente. Es un reto importante para el gobierno federal entrante, que deberá también considerar inversión pública suficiente, la cual no tendrá desperdicio ante el talento existente en México para que contribuya en hacer realidad tener un paciente “digitalizado”, cuyos tratamientos y el abasto de medicamentos esté plenamente resuelto. ¿Aceptará el reto?