Si no puedes volar, corre, si no puedes correr, camina, si no puedes caminar, gatea. Sin importar lo que hagas, sigue avanzando hacia adelante.
Martin Luther King Jr.

 

 

En un país donde todo se encuentra polarizado, desde los medios de comunicación hasta las familias, es muy difícil dejar de ver lo negativo en las cosas. Pareciera que el pesimismo se ha vuelto la moneda de cambio de nuestro día a día.


Sin embargo, pese a esta costumbre de ser negativos, a veces es necesario hacer un ejercicio de revisión de las buenas noticias e historias y pasarnos al lado de los que ven la vida con el vaso medio lleno.

Esta reflexión viene a cuento tras enterarme de que México ha logrado la mejor participación en la historia en unos juegos panamericanos realizados fuera de territorio nacional, una actuación que rompe todos los récords nacionales. Y a eso me dediqué los últimos días, a buscar algunas historias que me ayuden a ver el contexto de forma un poco más positiva, inspirado en las y los atletas nacionales que han competido en Lima. Estos son algunos ejemplos que encontré:

Crear monstruos y esperanzas
Sin duda Guillermo del Toro es el director de películas que suma la fantasía de los cuentos de hadas con la creación de monstruos más imaginativos que se han visto en décadas en la pantalla de plata y es un triunfador. No lo digo por el Oscar que obtuvo por La Forma del Agua, sino por el liderazgo que ha adoptado fuera de su actividad profesional en los últimos meses y que lo ha convertido en la personalidad más querida para la gran mayoría de los mexicanos.

Apoyó a estudiantes para participar en olimpiadas, hizo declaraciones reafirmando la aportación que tienen los migrantes en Estados Unidos en medio de un ambiente de violencia racial y nacionalista sin miedo a nadie, incluso se da tiempo en sus redes sociales para apoyar y difundir sobre personas desparecidas en CDMX, como cualquier persona en contacto con su lado humano.

Si eso no es ver un vaso medio lleno, no sé qué es.

Contra la corriente
Una noticia preocupante de los últimos días es la caída de uno de los indicadores de desarrollo más importantes, la inversión fija bruta, cayó 2.67% en mayo, colocándose en su nivel más bajo desde agosto de 2014. Esto ocurrió, en gran medida, provocado por un decrecimiento del sector construcción que se contrajó a tasa mensual 5.52%, de acuerdo con los datos proporcionados por el Inegi.

No obstante, también en este ramo se pude tener vasos más llenos que vacíos y no todo son malas nuevas. Y me encontré con un ejemplo claro de ello.

Así como Del Toro cree en los estudiantes mexicanos, me encontré un grupo constructor que va contra la corriente y sigue invirtiendo, Grupo Casgo. La noticia que me llamó la atención fue que en pleno Tabasco se desarrollaba un complejo habitacional de decenas de miles de metros y eso me intrigó, ¿quién lo hacía en estos tiempos aciagos?

El vaso se llenó aún más cuando dí con notas e informes de este grupo, ya que no solo han invertido y desarrollado proyectos por más de 26 años, sino que demás han ganado el premio Libermann (algo así como el Pulitzer de la innovación y calidad de su ramo) por la mejor obra de 2018.

Y en estos tiempos donde además se sospecha de todos, gracias a hechos del sexenio pasado, se agradece además de todo que una empresa que va a contracorriente y apuesta por el desarrollo de país sea reconocida por ser trasparente y ética. Un vaso medio lleno de trabajo y compromiso con el crecimiento.

¿Quién dice que no se puede?
El cierre de esta trilogía positiva corresponde a un extraordinario grupo de mexicanas, muchas de ellas abuelas, que han demostrado que todo es posible: las Adelitas del basquetbol.
No me refiero a las guerrilleras de la revolución mexicana, sino a un grupo de mujeres de más de seis décadas y media de edad, igualmente aguerridas que se proclamaron recientemente como campeonas mundiales de su deporte en la categoría master.

Igual que en los casos anteriores, resulta inspirador ver que el éxito muchas veces sigue a los que establecen su propia senda y se esfuerzan por seguirla. El grupo de mujeres originarias de Chihuahua lograron coronarse gracias “al esfuerzo y trabajo que hicimos para asistir a este Campeonato Mundial, además de nuestra dedicación y entrenamientos”.

Este hecho parece que nos reta a superar nuestros propios límites y establecer estándares nuevos, dejando atrás la tan mexicana costumbre de quejarnos y poner pretextos. Un vaso que rebosa de ganas de vivir y trabajo arduo.

Y es que, no sé usted querid@ lector@, pero para su servidor esta columna es una de la que mejor sabor de boca me ha dejado en meses y creo que es algo que era necesario que hiciéramos.

@HigueraB

Google News

TEMAS RELACIONADOS