Intentar mejorar la calidad de vida que no se tiene en el propio país de origen y buscarla en otro, es uno de los grandes motores que están motivando el desplazamiento de grupos humanos en este continente. Y en México, enfocados en este momento en la migración centroamericana que pasa por nuestro territorio hacia Estados Unidos, tal vez no estamos conscientes de esos otros igualmente numerosos movimientos de personas que se están dando en América Latina desde el cono sur de la región, específicamente de Venezuela, o desde las Antillas.
En su más reciente informe, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) revela que en lo que va de este 2019, más de medio millar de personas han perdido la vida al intentar traspasar fronteras en Latinoamérica, lo que estadísticamente está marcando un hito no registrado por este organismo desde que inició sus conteos hace cinco años y que representa una tercera parte del total mundial, que es de 1,675 muertos.
El reporte ofrece además un par de datos esclarecedores: no son los mexicanos el grupo que mayor cifra de decesos ha aportado entre los migrantes latinoamericanos, sino los venezolanos, entre quienes se ha verificado un total de 89 fallecimientos, superando a los 76 mexicanos muertos en su intento de cruzar fronteras en lo que va de enero a agosto. Además, y contra de lo que pudiera suponerse, no es la violencia, la deshidratación o las enfermedades lo que está causando principalmente las muertes entre los migrantes de América, sino el ahogamiento al hundirse o volcarse las balsas en las que muchas personas cruzan mares, ríos o lagos, registrándose la mayor cantidad de pérdidas de vidas humanas en las aguas del Caribe. Tras de ello, la segunda causa de muerte para migrantes han sido los accidentes de tránsito, destacando en este sentido las caídas de tren.
No obstante lo anterior, en el recuento por región, la frontera entre México y Estados Unidos es donde se ha reportado casi la mitad (247) de los 514 decesos de migrantes latinoamericanos, superando los 151 fallecimientos que se dieron en aguas caribeñas y los 80 suscitados en la franja centroamericana.
En la cuestión migratoria no se está haciendo gran cosa en toda la región y se trata de desplazamientos que empezaron hace varios años. Como principal ejemplo está el éxodo venezolano, iniciado mucho antes de la muerte del general Hugo Chávez y del ascenso de su sucesor Nicolás Maduro. Estos flujos de migración se han venido acentuando en los últimos años y al final sólo quedan como estadísticas, sin que nadie haga algo para aliviar la situación, ya ni siquiera hablar de mejorarla.