El confinamiento al que nos arrastró la pandemia por Covid-19 no termina por levantarse de forma completa, pues algunos sectores sociales lo mantienen vigente. A esta situación en lo que va de la administración en turno en la CDMX se le han sumado episodios extraordinarios que abonan a esta inmovilidad, como son el cierre de la Línea 12 del Metro; los paros y bloqueos a los que han recurrido transportistas de unidades concesionadas y; ahora se suma, el cierre de la Línea 1.
Bajo este escenario nos formulamos un par de preguntas: ¿es ésta una estrategia adecuada, en especial porque próximamente seremos más en las calles?, y acaso es que ¿el gobierno de la CDMX no está invirtiendo lo suficiente y de la manera más rápida en la red de transporte colectivo bajo su control? Para responderlas utilizaremos la evidencia disponible en https://datos.cdmx.gob.mx/ Nos centraremos en los registros de la afluencia diaria de pasajeros en el Metro y Metrobús.
Entre 2010-2019 el promedio de afluencia anual en el Metro fue de 1,618 millones. Cifra que cae durante la pandemia hasta los 824 millones en 2020, los 794 millones en 2021 y hasta los 405 millones hasta mayo de 2022. Pareciera entonces que el confinamiento sigue vigente, orillándonos a una situación de inmovilidad. Pero si revisamos los registros del Metrobús parece no ser el caso. Porque en éste se ha registrado una tasa promedio de crecimiento anual de 14% entre 2010-2019. Un año antes de la pandemia la afluencia se registró en 444 millones (2019), mientras que en 2020 desciende hasta los 241 millones; se recupera en 2022 hasta alcanzar los 309 millones y en 2022 de mantener su ritmo sin duda superará esta cifra, pues para mayo ya había registrado 162 millones de viajes.
Efectivamente, descendió la afluencia diaria registrada en el Metro, pero esta caída se está viendo compensada por el ascenso registrado en el servicio de Metrobús. Ahora habría que pensar que no estamos considerando el impulso que se le está dando al resto de la red de transporte de la ciudad mediante la incorporación del Cablebús; la apertura de más kilómetros de Ciclovías, la incorporación de nuevas rutas de trolebús y la compra de nuevas unidades para el servicio de RTP.
Sin duda la administración actual del gobierno de la CDMX tiene como una de sus principales preocupaciones el fortalecimiento de la red de transporte que gestiona, pero es necesario que centre sus esfuerzos en aquel medio más eficiente. Y este es el Metro, por el volumen de usuarios que logra transportar en el menor tiempo y más bajos costos posibles. La caída en su afluencia diaria en torno al 45% que ha sufrido durante la pandemia refleja probablemente que varias cosas no están siendo de la mejor forma gestionadas.
Por lo tanto, la remodelación de la Línea 1, la compra de más trenes y la reapertura de la Línea 12 son obras bienvenidas y que una vez finalizadas sin duda contribuirán a fortalecer el derecho a la movilidad entre quienes vivimos, trabajamos y visitamos la CDMX. Pues transporte colectivo masivo, eficiente y de bajo costo permite una vida urbana con mayores oportunidades y menores riesgos. Como hacer viables viajes diarios al trabajo, la escuela o simplemente para visitar espacios de recreación; destinar una fracción reducida de tu ingreso a este tipo de gasto; hacer posible vivir la ciudad de noche con seguridad y; además, contribuir a reducir los niveles de tránsito de la ciudad.