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Falta de trato “humano y digno”, insultos y agresiones por parte de las cuidadoras, piojos y fallas en la infraestructura del lugar fue lo que encontró la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en la casa hogar “Graciela Zubirán Villarreal” que operaba el Sistema Nacional DIF en la Ciudad de México . Los hallazgos se hicieron en octubre pasado, cuando la ex primera dama Angélica Rivera era presidenta honoraria de dicho sistema.
Los hallazgos se reportaron en un informe que elaboró en octubre de 2018 el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNPT) de la comisión, donde encontró 18 factores de riesgo que vivían 53 niñas y adolescentes internadas en la casa hogar Graciela Zubirán Villarreal localizada en Cuicuilco, alcaldía Coyoacán.
“En aquella ocasión, personal del MNPT detectó irregularidades relacionadas con la falta de trato humano y digno, a la legalidad y la seguridad jurídica, protección de la salud, integridad personal y grupos en situación de vulnerabilidad, por lo cual entabló diálogo con el enlace designado por el DIF para instar a esa instancia a mejorar el trato y las condiciones de las niñas menores de edad y personas adolescentes allí alojadas”
, señala el documento difundido hoy.
Por la mañana, la CNDH informó que las recomendaciones derivadas de dichos factores de riesgo fueron atendidas en su totalidad por el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF).
En un recorrido y entrevistas que realizó personal del mecanismo nacional encontró que las sanciones que imponían las cuidadoras, conocidas como “las mamis”, eran discrecionales y en algunos casos , las niñas reconocieron insultos y maltrato por parte de las funcionarias públicas .
“Cuando una menor manifiesta un mal comportamiento, las cuidadoras ‘mamis’, hablan con ellas para hacerles ver su falta y como consecuencia de ese comportamiento, como medida disciplinaria, les asignan distintas tareas como barrer las escaleras, lavar platos, su ropa o realizar el aseo de la estancia, sin que esté establecido en ningún reglamento o manual que la sanción sea impuesta por la ‘mami’ de manera discrecional. Algunas adolescentes manifestaron que reciben insultos y/o maltrato por parte de las ‘mamis’”, encontró la CNDH .
Además se encontró que nueve de las 53 niñas que ahí vivían tenían piojos; las menores reportaron también que durante los fines de semana , no se cumplía con los menús establecidos por la nutrióloga en cuanto a la calidad y cantidad, y que, “el sabor de los alimentos no es bueno”.
Al ingreso de las niñas a este centro, no se les realizaba un certificado médico para verificar las condiciones generales de salud en que se encontraban y también se reportó que la casa hogar no contaba con personal femenino para realizar valoraciones y la directora que es de profesión médica, solo realizaba funciones administrativas; por lo que dichas certificaciones las llevaba a cabo el médico varón adscrito al centro.
Las menores de edad señalaron que en ocasiones, “se habían negado a la valoración médica debido a que la exploración física la realizaba personal médico masculino, lo que resultaba incómodo para ellas. Los fines de semana no se cumplía con el menú señalado, lo que afectaba en calidad y cantidad de los alimentos; asimismo, eran regañadas sin razón por las cuidadoras”, señala.
En cuanto a las condiciones de infraestructura se observó que las instalaciones no contaban con modificaciones arquitectónicas para facilitar el desplazamiento de personas con alguna discapacidad física; las camas de los dormitorios se encontraban oxidadas y algunas carecían de tapas en los tubos de las cabeceras, dejando expuesto el filo del metal; huecos en las manijas y picaportes de las puertas; muchas luminarias no funcionaban; ventanas deterioradas, lo que impedía abrir y cerrar con facilidad; además, el servicio sanitario tenía deterioro considerable.
mpb