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Bruselas.— La primera asignatura de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a su arribo a Palacio Nacional, debe ser garantizar la estabilidad y la confianza de los inversionistas, asegura Richard Lapper, experto del prestigioso centro de investigación londinense Chatham House.
“Uno de los grandes retos que enfrentará México es la incertidumbre entre la comunidad de inversores, no sólo por AMLO, también por el futuro del TLCAN”, dice Lapper a EL UNIVERSAL.
“Así que el reto más inmediato a su arribo a la Presidencia es garantizar estabilidad, porque lo menos que México necesita es de una agitación económica”.
Otro desafío, continúa, será no fa- llarle a la ciudadanía, y para ello está obligado a adoptar acciones concretas y presentar resultados palpables.
El investigador asociado del programa para las Américas del Royal Institute of International Affairs, sostiene que el triunfo de López Obrador es resultado de la acumulación de un sentimiento de “frustración” entre los mexicanos.
Afirma que la gente votó por AMLO por la extendida preocupación sobre la corrupción y la impunidad, así como por la incapacidad del actual gobierno por castigar el comportamiento inadecuado de algunos servidores públicos.
Igualmente apoyaron al líder de Morena por la falta de respuestas a una violencia en ascenso y una delincuencia en expansión.
“También hay frustración sobre la forma como se están repartiendo los beneficios económicos. No hay una repartición equitativa, no hay una reducción de la brecha en los ingresos entre mexicanos y estadounidenses como resultado del TLCAN”, dijo.
Dijo que estos factores se combinaron para la victoria de AMLO, quien representa “un voto por el cambio”.
“Pero la gran incógnita es hasta qué punto AMLO puede afrontar todos estos problemas, y en este punto debemos ser bastante escépticos porque hasta donde sabemos no se puede combatir la corrupción reduciendo salarios y beneficios de los servidores públicos. No se ve cómo las medidas anunciadas hasta ahora arrojen los beneficios prometidos”, indicó.
Sostiene que la corrupción debe verse como un problema de individuos y de instituciones. “Deben adoptarse políticas para combatir de manera efectiva la corrupción, comenzando con medidas dirigidas a garantizar la independencia y autonomía del poder judicial”, sugirió.
En cuanto a la delincuencia, reconoció que el reto es extremadamente complejo ante la situación geopolítica de México, junto al mayor mercado de consumo de drogas y de producción de armas.
“Las fórmulas utilizadas desde la presidencia de Felipe Calderón no han dado resultado. Aquí la gran pregunta es qué puede traer AMLO a la mesa”.
