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El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador distribuirá este año 10 millones de ejemplares de la Cartilla Moral a través de la Secretaría de Bienestar y la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice). Al mismo tiempo se entregará como material didáctico a los maestros en activo, a los estudiantes normalistas y a los de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN).
De esta manera, el documento será repartido entre los fieles de las iglesias evangélicas, pero también entre beneficiarios del programa Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, estudiantes normalistas y maestros de educación pública en servicio.
El vocero de la Presidencia de la República, Jesús Ramírez Cuevas, detalló en entrevista con EL UNIVERSAL que la Cartilla Moral es un texto cívico y de ética que no contiene conceptos morales o religiosos y que no interviene en la separación Iglesia-Estado.
“El objetivo básico de la cartilla es la reflexión ética de la vida social y personal, los valores y prácticas que nos pueden llevar a ser mejor sociedad y personas bajo el respeto al Estado laico.
De acuerdo con información de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), la Cartilla Moral se entregará a docentes como parte de los materiales didácticos de los programas de Actualización del Maestro y en la reformulación de contenidos y materiales educativos.
Ramírez Cuevas señaló que su contenido “se diseñó para la formación de maestros” y que la producción corre a cargo de la SEP, instancia que tiene los derechos del documento. “Es natural que ahora, como se hizo en los años 90, cuando se actualizó, la Cartilla Moral sea un material de uso para los maestros en general”, señaló el vocero.
La apoderada legal del SNTE, Soralla Bañuelos de la Torre, dijo en entrevista que en la actualidad la organización laboral tiene la posición institucional de apoyar la política del presidente López Obrador.
“Para nosotros es fundamental el desarrollo de los valores en los niños. El SNTE ha propuesto una campaña nacional sobre los valores cívicos en las escuelas, en apoyo a la propuesta del Presidente.
El Gran Diario de México dio a conocer que Confraternice iniciará la primera etapa de un plan de distribución que contempla entregar 10 mil ejemplares en sus templos durante el primer mes.
Ramírez Cuevas consideró que los conceptos que se abordan en el texto de Alfonso Reyes son “totalmente respetuosos” del Estado laico: “Son contenidos de educación cívica y de convivencia ciudadana. [La cartilla] no tiene ningún concepto moral o moralista ni religioso. Es totalmente respetuosa del Estado laico.
“Es un texto cívico. Se puede cuestionar la vigencia de ciertos conceptos y del lenguaje, pero es un texto de ética y cívica, y a eso se refiere su contenido”, dijo el vocero.
El objetivo del gobierno federal es lograr la distribución de 10 millones de ejemplares en todo el país en una reedición que hasta el momento sería “única”, lo que implicaría que sólo se va a imprimir este tiraje de 10 millones que se van a distribuir físicamente.
No obstante, la cartilla tiene una versión en línea que puede descargarse en formato PDF desde la página web del gobierno de la República. En sus diferentes capítulos, el texto aborda temas como “El hombre se educa para el bien”, “Cuerpo y alma”, “Civilización y cultura”, “Los respetos morales”, “Respeto a nuestra persona”, “La familia”, “La sociedad”, “La ley del derecho”, “La Patria”, “La sociedad humana”, “La naturaleza” y “El valor moral”.
“Si los hombres no fuéramos capaces del bien, no habría persona humana, ni familia, ni patria, ni sociedad. El bien es el conjunto de nuestros deberes morales. Estos deberes obligan a todos los hombres de todos los pueblos. La desobediencia a estos deberes es el mal. El mal lleva su castigo en la propia vergüenza y en la desestimación de nuestros semejantes. Cuando el mal es grave, además, lo castigan las leyes con penas que van desde la indemnización hasta la multa y la cárcel”, señala el texto.
En un artículo que publicó en la revista Letras Libres el historiador Rodrigo Martínez Baracs, hijo de José Luis Martínez (entonces subsecretario de Educación Pública), explicó que el encargo para escribir la cartilla lo hizo el titular de la SEP, Jaime Torres Bodet, en el marco de la campaña nacional de alfabetización en la década de 1950.
En ese entonces el objetivo era incluir lecciones de moral que se incluirían en las cartillas de alfabetización que se distribuirían en todo el país. El proyecto no se concretó, pero José Luis Martínez volvió a proponerlo a los sucesores de Torres Bodet: primero a Jesús Reyes Heroles, en 1984, y después a Ernesto Zedillo Ponce de León, en 1992.
