El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), liderado por Elon Musk, ha generado una fuerte controversia tras acceder a registros financieros sensibles del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Ahora, su supervisión se expande a otras agencias clave como:
- Departamento del Tesoro
- Oficina de Gestión de Personal (OPM)
- Administración de Servicios Generales (GSA)
- Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)
- Departamento de Asuntos de Veteranos (VA)
- Administración Federal de Aviación (FAA)
- El Pentágono
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Sin embrago, el creciente uso de inteligencia artificial para analizar estos datos ha encendido alarmas sobre la privacidad, la seguridad nacional y el posible abuso de poder.
Acceso sin precedentes a datos sensibles
DOGE, creado bajo la administración de Donald Trump con el propósito de eliminar el gasto gubernamental ineficiente, ha obtenido acceso al sistema de pagos central del Departamento del Tesoro.
Este sistema maneja reembolsos de impuestos, beneficios de Seguridad Social y pagos a veteranos, acumulando una red masiva de datos financieros y personales de millones de estadounidenses.
Además, DOGE utiliza la inteligencia artificial para examinar estos registros, lo que ha generado múltiples demandas de fiscales generales, todos demócratas, de al menos 19 estados, quienes argumentan que este acceso viola leyes federales de privacidad y podría poner en riesgo información confidencial.
William Tong, fiscal general de Connecticut, calificó la situación como “la mayor filtración de datos en la historia de Estados Unidos” y acusó a DOGE de actuar como una “banda ilegal de renegados del sector tecnológico”.
Preocupaciones de seguridad y legalidad
Entre las agencias bajo revisión, el Pentágono destaca como una de las más sensibles. La posibilidad de que la IA de DOGE analice información estratégica y operativa del Departamento de Defensa ha alarmado a expertos en seguridad nacional, quienes advierten que la filtración de datos militares podría comprometer operaciones clave y poner en riesgo la seguridad del país.
Además, la revisión de la SSA podría afectar la distribución de beneficios a jubilados y personas con discapacidad, mientras que el acceso a USAID plantea interrogantes sobre el destino de fondos destinados a ayuda humanitaria y cooperación internacional.
Por otro lado, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha sido señalado por cambiar la política de protección de datos para permitir el acceso de DOGE.
Legisladores demócratas han solicitado una investigación urgente, mientras que un juez federal en Washington ha restringido temporalmente el acceso de DOGE a los registros del Tesoro.
Por su parte, Musk ha minimizado las preocupaciones, asegurando en su red social X que la supervisión de DOGE busca proteger el dinero de los contribuyentes y eliminar corrupción gubernamental.
Sin embargo, críticos advierten que el uso de IA sin supervisión adecuada puede llevar a decisiones arbitrarias, suspensiones de pagos erróneas y violaciones a la privacidad masiva.
Enfrentamientos en USAID
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) enfrenta su cierre bajo la administración del presidente Donald Trump, con Elon Musk encabezando el proceso desde el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Las operaciones de USAID han sido suspendidas, miles de empleados han sido puestos en licencia administrativa y su presupuesto ha sido drásticamente recortado.
La medida ha generado críticas, ya que USAID es clave en la distribución de ayuda humanitaria a nivel mundial. Expertos advierten que su desaparición podría afectar la credibilidad de EU en el extranjero y agravar crisis humanitarias en diversas regiones.
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La controversia sigue en aumento mientras el gobierno avanza con la eliminación de la agencia.
¿Qué sigue para DOGE?
Con la expansión de su revisión a más agencias, incluyendo el Pentágono, el futuro de DOGE y su uso de IA en datos gubernamentales sigue en el centro del debate.
Mientras algunas personas apoyan su objetivo de reducir el gasto federal, la creciente oposición legal podría limitar su capacidad de operar sin restricciones.
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El caso sigue abierto en los tribunales, y su desenlace definirá el alcance del control de Musk sobre información crítica del gobierno de EU.
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