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El gobierno de Donald Trump oficializó ayer la nominación de Kirstjen Nielsen como nueva secretaria de Seguridad Nacional, departamento encargado de todo lo referido a inmigración y seguridad, incluidas la frontera y aduanas.
El puesto estaba vacante desde finales de julio, cuando en una de las sacudidas más importantes que ha sufrido la Casa Blanca se nombró al anterior secretario, John Kelly, como nuevo jefe de gabinete, con el objetivo de imponer disciplina a una administración que estaba en plena crisis.
Nielsen era hasta ayer la mano derecha de Kelly, al igual que lo fue cuando el general estuvo al frente de Seguridad Nacional. Abogada de profesión y experta en ciberseguridad, se dice que su nombramiento fue una recomendación específica del actual jefe de gabinete, quien la tiene en alta estima y de la que valora muy positivamente su experiencia en el departamento que va a comandar.
La Casa Blanca, en su anuncio oficial, destacó la “extensa experiencia profesional en áreas de política de seguridad nacional y estrategia, ciberseguridad, infraestructura crítica, y gestión de emergencias”.
De lo poco que se sabe de Nielsen destaca su estilo de gestión marcial, hasta el punto que levantó ciertas críticas por parte del equipo que trabaja en la Casa Blanca. Ella lo defendía como una forma de “profesionalizar” la administración.
De ser confirmada por el Senado, Nielsen heredará un departamento en el centro de la política de Trump, no sólo en terrorismo sino también en seguridad y migración. Estará a la cabeza, entre otras, de una de las grandes promesas del presidente en campaña: la construcción del muro en la frontera con México, que pese a las dificultades la Casa Blanca todavía no ha descartado.
Prototipos del muro, en tiempo. En ese sentido, el portavoz del departamento de Seguridad Nacional, David Lapan, confirmó ayer que se prevé que la construcción de prototipos cumpla con el cronograma establecido, según el cual, el 26 de octubre deberán estar listos los modelos ganadores de la licitación pública y que se están erigiendo en Otay Mesa, cerca de San Diego (California).
El análisis de los prototipos está previsto que se realice en un mes, y si bien Trump anunció hace unas semanas que él personalmente sería quien evaluara la eficacia de los modelos de muro, Lapan dijo que “no sabemos aún cuál será la participación del presidente” y que se podría implicar “de alguna forma en el futuro”.
Las seis empresas seleccionadas para la construcción del muro tienen sede en EU.