Un sismo de moderada magnitud sacudió el miércoles el sur de México sin que se tuviera reporte de daños ni víctimas.

El movimiento telúrico tuvo una magnitud de 5.3, de manera preliminar, según el Servicio Sismológico Nacional, con epicentro en el estado Guerrero y una profundidad de 10 kilómetros.

Posteriormente el SSN ajustó la magnitud , la cual quedó en 5.2.

De acuerdo con el titular de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, Luis Felipe Puente, en algunos puntos de la ciudad de México se sintió leve , mientras que en los estados cercanos casi no percibió.

La alerta sísmica sonó porque después de 5.5 grados se puede activar, explicó en entrevista con Carlos Loret, en Sin Anestesia.

Explicó que aunque el Servicio Sismológico Nacional registra el temblor de 5.3 grados, de manera preliminar, alguno de los sensores, en alguna parte de la costa de Guerrero, seguramente lo registró más intenso.

“Se activó la alerta sísmica, porque así debe ser, pero ya lo reportamos como un sismo leve”, mencionó.

“Se activaron todos los protocolos y hasta el momento no hay afectaciones”.

De acuerdo con parámetros del Centro de Instrumentación y Riesgo Sísmico (Cires), la intensidad de un sismo se divide en siete niveles:

El rango muy débil, que incluye niveles por debajo del grado uno; el rango débil, que va del nivel uno a dos; el rango ligero, que va del nivel dos a cinco de intensidad; el rango moderado, que va del nivel cinco al 10 de intensidad; el rango fuerte, que va del nivel 10 al 50 de intensidad; el rango muy fuerte, que abarca del nivel 50 al 120, y el rango severo que incluye niveles superiores al 120.

La peligrosidad del efecto del temblor puede emitir dos tipos de alertas: la alerta pública, sonido que espera un temblor fuerte, y la alerta preventiva, que es para sismos moderados.

“La alerta sísmica no se activa cuando se pronostica un sismo menor o para sismos fuera de la cobertura geográfica de los sensores Sasmex”, mencionan en un folleto que detalla su funcionamiento.

Los sensores sísmicos, además de advertir la presencia de un temblor, transmiten por radio a sistemas de cómputo ubicados en las ciudades en las que se emite la alarma, que son: Acapulco, Chilpancingo, Morelia, Oaxaca, Puebla, Toluca y Ciudad de México.

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