Óscar, ciclista de la zona de Chalco, toma su bicicleta cada mañana de domingo y se dirige al Canal Nacional para ejercitarse, en un lugar donde “hace apenas unos años podrías incluso encontrar un cuerpo”. Familias y personas en solitario llegan para andar en bicicleta, pasear a sus perros y disfrutar de las áreas recuperadas de este cuerpo de agua.
“Cuando lo arreglaron ya quedó mucho mejor, pero antes estaba lleno de basura. Ahora hay lugares para el deporte y la gente pasa más, (...) está mucho mejor, antes hasta llegaban a tirar uno o dos muertos por aquí y ahora lo tienen bien checadito”, afirmó Óscar.
Vecinos de la zona constataron que lo que solía ser un canal de agua estancada, sin prácticamente vegetación, con basura acumulada e, incluso cascajo, ahora es un parque lleno de una variedad de plantas, animales, aves y personas disfrutando de sus espacios de recreación, como una pista para andar en bicicleta o correr, un parque de skate, canchas de básquet, una zona destinada al parkour.
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Un proyecto sustentable
En entrevista con EL UNIVERSAL, el director de Áreas Naturales Protegidas y Áreas de Valor Ambiental, Carlos Vázquez, explicó que el principal reto fue recuperar las zonas verdes del canal ubicado en los límites de las alcaldías Coyoacán e Iztapalapa.
“De lo más complejo fue la rehabilitación de las áreas verdes y los taludes, hay algunos muy inclinados y eso implica mucho manejo del suelo (...) todo Canal Nacional está prácticamente rodeado de casas, esto le da una presión urbana muy fuerte”.
Carlos Vázquez informó que a lo largo de los 8.4 kilómetros del canal se plantaron más de 800 mil plantas de más de 120 especies, se retiraron cientos de árboles muertos, se introdujeron cuatro especies de peces e, incluso, se delimitó una zona especial para los patos, ya que representan un peligro para las más de 85 especies de aves nativas de la zona, también le han concedido el título de Área de Valor Ambiental.
Además, fueron instaladas más de 400 luminarias LED, se construyó una nueva pista para correr o andar en bicicleta y un puente dedicado a las mascotas fallecidas, donde los dueños pueden colgar un listón para honrar el nombre de sus antiguos compañeros.
El trabajo se realizó en tres etapas que comenzaron en 2019 y tomaron cuatro años para concluir. En total fueron más de 550 millones de pesos que el Gobierno de la Ciudad de México, de la mano con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), invirtió en recuperar este espacio de naturaleza dentro de la capital.
Este proyecto de rescate y rehabilitación del Canal Nacional recibió el premio Great Places Awards 2023, en la categoría Place Design. Los premios Great Places Awards se otorgan a proyectos de innovación e investigación en materia de arquitectura, paisaje, sicología, diseño industrial, que se llevan a cabo en diversas partes del mundo.
Son más de 120 litros por segundo los que alimentan el Canal Nacional, informó el ingeniero José Galván, subdirector de Tratamiento y Reúso en Sistema de Aguas de la Ciudad de México, por lo que manejar esta cantidad de agua no es tarea fácil.
En sus inicios, el canal era alimentado por el agua proveniente de Xochimilco y actualmente recibe agua residual proveniente de dos plantas de tratamiento, la planta Cerro de la Estrella y la de Coyoacán. Con 12 descargas de agua tratada y seis estaciones de bombeo con cinco bombas cada uno, se logra mantener el líquido fluyendo y las plantas del lugar alimentadas.
Nuevos habitantes
Cuauhtémoc Domínguez Nava, nativo de Culhuacán y vecino del Canal Nacional, pasea a sus dos perros tanto de día como de noche a un costado de este cuerpo de agua y afirmó que antes era prácticamente imposible acercarse al sitio a altas horas.
“Lo que han hecho últimamente es tener muy limpio y sembrado de plantas, puesto este tipo de piso que sirve para correr y para pasear en la noche, hay alumbrado y se siente seguridad (...) antes era esto un basurero y nadie venía aquí de noche porque está muy oscuro”, relató el señor Domínguez.
Sin embargo, la nueva imagen del canal parece haber atraído a nuevos habitantes, debajo de al menos dos puentes del canal ya se pueden observar viviendas improvisadas de personas sin hogar.
Una de estas se encuentra a la altura de la calle Institución Nacional y cuenta, incluso, con sillón, cajas de cartón y varias bolsas con botellas y latas.
El director de Áreas Naturales, Carlos Vázquez, explicó que ante estos casos, la Secretaría de Desarrollo Social interviene con un programa especial, ya que no pueden ser simplemente retirados de la zona: “Ellos tienen un programa para esta gente sin casa (...) no es de llegar y quitarlos nada más”.
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El último canal prehispánico
El Canal Nacional es, de hecho, tan o más antiguo que la misma Ciudad de México, es el último canal prehispánico que queda en la capital, fue construido por los aztecas y fungía como el principal medio de comunicación y transporte entre Xochimilco y Tenochtitlán.
La mayor parte de los alimentos consumidos en la capital del imperio Azteca se movía por el canal. Cuando los españoles llegaron al país llevaron a cabo un proceso de sequía en la capital y este fue el único canal que quedó en pie.
El nombre actual, Canal Nacional, surgió en 1856, cuando el empresario Mariano Ayllón comenzó a promover una línea de barcos a vapor que corría por el canal. Pero a pesar de su importancia histórica y natural, el canal fue deteriorándose poco a poco hasta quedar casi irreconocible.
Actualmente, el Canal Nacional no es sólo uno de los últimos vestigios históricos del México Prehispánico, también es una zona de conservación natural y un monumento donde los capitalinos pueden divertirse y acercarse un poco a la naturaleza en esta caótica Ciudad.