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El Congreso local analiza una iniciativa de ley que propone sancionar la inducción al suicidio de menores de edad, por medio de comunicaciones electrónicas y redes sociales, a fin de que esta acción sea considerada como delito, equiparable al homicidio calificado, que se castiga con penas de 20 a 50 años de prisión.
Dicha propuesta la presentó la diputada local panista América Rangel Lorenzana, debido a los altos índices de estrés que experimentan los menores por situaciones de confusión, presión para lograr el éxito, incertidumbre financiera y otros conflictos en su proceso de desarrollo.
Aclaró que por estos factores, el suicidio se ubica como la segunda causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años, así como la sexta entre los cinco y 14 años de edad.
Para sustentar su propuesta, Rangel Lorenzana citó investigaciones de la American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, que señalan los riesgos que enfrenta este sector de la población en las circunstancias sociales.
Entre otros factores que se exponen en esas investigaciones, destaca el hecho de que ese sector enfrenta innumerables riesgos.
“Las redes de interconexión, de tabletas, teléfonos inteligentes y computadoras, no sólo son parte de la dinámica cotidiana de millones de niñas y niños, ya forman parte de su vida común, desde donde pueden recibir toda clase de información”, comentó la panista.
Por ello, planteó reformar el Código Penal local, a fin de tipificar la inducción al suicidio por medio de redes sociales e informáticos.
Propone incluir que si el occiso o suicida fuera menor de edad o la instigación se realizó por medio de redes sociales digitales o comunicaciones electrónicas, o existiera participación de más de un instigador o instigadora, se aplicarían las mismas sanciones con las que se castiga el homicidio calificado.
“Debemos ubicar los riesgos a los que niñas y niños se someten con el uso de la tecnología, sobre todo porque internet es muy poco regulado para quienes deseen aprovecharse de la vulnerabilidad de los menores”, expuso Rangel Lorenzana.
Además, dijo, un peligro subestimado son los denominados retos virales, “por ello la necesidad de una regulación más estricta, sanciones más enérgicas en contra de quienes lo propician y, con ello, la implementación de acciones de educación digital y el acompañamiento de los padres y madres en el involucramiento de los menores en el mundo de la web”.
Explicó que estos retos en línea, para menores de edad y adolescentes, bajo la apariencia de simples juegos se convierten en riesgos que producen lesiones graves o incluso la muerte.