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Al menos en México, la tortilla tiene diferentes versiones: de nopal, avena, espinacas, de maíz o harina. La riqueza de este alimento es tan amplia como sus propiedades nutricionales.
La Secretaría de Salud afirma que su mejor preparación es a base de maíz nixtamalizado, ya que la calidad de sus ingredientes previene enfermedades como el raquitismo, pelagra y hasta el cancerbero de hígado.
Sin embargo, en la búsqueda por opciones saludables, hay quienes prefieren comer tortillas de harina. ¿Realmente tienen un valor nutricional equitativo frente al maíz? Sigue leyendo para conocer las ventajas y desventajas de su consumo.

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¿Cuál es el origen de las tortillas de harina?
Las tortillas de harina no pretenden suplir a las elaboradas con maíz; de hecho, surgieron a partir de la escasez de este alimento.
Cuenta la historia que fueron creadas con base en la tortilla árabe introducida por España, según detalla el Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana.
Fue en 1452 cuando una expedición de españoles llevó el grano de trigo a Sonora; ahí, un grupo de nativos habría dado origen a este alimento, mezclando el grano de trigo quebrado con agua.
En esa misma época comenzó la siembra del cereal en la región norte del país, específicamente, en Sonora y Chihuahua. De ahí que su consumo sea frecuente en dicha zona geográfica.
¿Qué tienen las tortillas de harina?
En burritos, wraps, para sincronizadas o quesadillas, las tortillas de harina son un producto común en platillos de preparación fácil. Pero que sean versátiles, no quiere decir que su valor nutricional es el óptimo.
De acuerdo con el Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes, 100 g (o 4 piezas de tortillas) aportan:
- 8 g de proteínas.
- 51 g de carbohidratos.
- 308 calorías.
- 8 g de lípidos.
- 636 mg de sodio.
- 92 mg de vitamina B9.
- 129 mg de calcio.
- 14 mg de fósforo.
Si comparamos esta cantidad de tortillas de harina con 100 g de tortillas de maíz, obtenemos nutrientes de mayor valor:
- 6 g de proteínas.
- 45 g de carbohidratos.
- 227 g de calorías.
- 3 g de lípidos.
- 81 mg de calcio.
- 314 mg de fósforo.
- 1 mg de hierro.
- 186 mg de potasio.
- 72 mg de magnesio.
- 6 mg de selenio.
- 45 mg de sodio.
- 1 mg de zinc.
¿Qué tan sanas son las tortillas de harina?
Las tortillas de harina no son tan inofensivas como parecen. Y es que la ingesta excesiva de su principal compuesto puede generar problemas de salud a largo plazo.
No todas estas versiones tienen una producción natural y a muchas se les añaden harinas refinadas. Un artículo de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) detalla que, durante su elaboración, los granos del cereal pierden nutrientes en el intento por hacerlos más finos y digeribles.
Asimismo, contienen un índice glucémico alto, lo que puede incrementar los niveles de glucosa en la sangre, detalla el blog del laboratorio Alazor. Por tal motivo, no se recomienda su consumo para personas con diabetes
Otra consecuencia de comerlas frecuentemente es que, al no ser saciantes, pueden contribuir a un desequilibrio en el peso y, en peores casos, a la obesidad. En gran parte, esto se debe a que las harinas refinadas ocasionan cambios en el metabolismo.

En definitiva, el consumo de tortillas de trigo puede considerarse seguro sólo de manera ocasional. En cambio, los expertos recomiendan consumir tortillas de maíz porque son fuente de fibra, calcio, antioxidantes y vitaminas.
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