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De apariencia singular, y poco apetecible para algunas personas, los chapulines son considerados un alimento completo.
En la búsqueda de nuevas experiencias gastronómicas para satisfacer la creciente demanda alimentaria, la entomofagia cada vez gana más popularidad, integrándose a mercados callejeros y restaurantes de alta cocina.
Si todavía no los pruebas, en Menú te decimos por qué deberías darle una oportunidad al consumo de chapulines.
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¿Qué tan saludable es comer insectos?
Aunque los chapulines han ganado popularidad en el mundo gastronómico, su consumo data de tiempos antiguos.
Según el libro "¿Los insectos se comen?" de la Dra. Julieta Ramos-Elorduy, egresada de la UNAM, en el Códice Florentino de 1521 se mencionan al menos 96 especies de insectos comestibles en el Valle de México.
En su texto, la especialista señala que la entomofagia no sólo forma parte de nuestras tradiciones culturales, sino que también es altamente nutritiva, dependiendo de la especie.
Los insectos comestibles, como los chapulines, son fuente proteína animal, lo que les da un valor nutricional elevado y bajo costo de obtención. Hoy incluso aparecen en platillos de restaurantes con cocina gourmet.
Entomofagia como alternativa sustentable
A nivel global, el interés por el consumo de insectos es una alternativa sustentable frente al impacto ambiental de la ganadería. Según el portal especializado News Medical, su inclusión en la dieta puede responder al desafío de alimentar a una población creciente sin agotar los recursos del planeta.
Además, en la "Agenda 2030" de la Organización de las Naciones Unidas se promueve su consumo como vía para combatir el hambre y fomentar una agricultura sostenible.
Por su parte, un estudio de la Universidad de Helsinki estima que sustituir alimentos de origen animal por opciones como leche cultivada e insectos podría reducir un 80% el uso de agua, de la tierra y las emisiones asociadas al calentamiento global.
¿Qué beneficios tiene comer chapulines?
De acuerdo con el diccionario Larousse Cocina, los chapulines -cuyo nombre proveniente del náhuatl y se refiere a los saltamontes- son originarios de Oaxaca, Estado de México y Guerrero, así como de las ciudades Jungapeo (Michoacán), Cuautla (Morelos) y Atlixco (Puebla).
Por lo general, se consumen en su etapa de ninfa o adulto. Además, son más apreciados los de tamaño pequeño (similares a un grano de arroz) por su sabor sutil. Al respecto, la Asociación Mexicana de Restaurantes (AMR) indica que tienen una textura terrosa y crujiente, ideal para maridar con mezcal.
En cambio, los chapulines de mayor tamaño se utilizan como carne para preparar tacos. Adicional, suelen ser más económicos que los pequeños.
El portal de la AMR explica que dichos insectos son fuente de proteínas, fibra, aminoácidos, antioxidantes y minerales como el zinc, magnesio y calcio, representando una alternativa a la carne roja.
WebMD, portal enfocado en temas de nutrición, añade que aunque los chapulines tienen más grasa que alimentos como el pollo o la res, en su mayoría es insaturada, lo que puede contribuir a mejorar los niveles de colesterol en sangre y a reducir la inflamación.
Y gracias a su contenido de fibra (quitina), su consumo puede aportar propiedades probióticas, favoreciendo la salud intestinal y reforzando el sistema inmunológico.
Otros beneficios de comer estos insectos son:
- Ayudan al control del peso porque son bajos en grasas e hidratos de carbono.
- Reducen el riesgo de padecer cardiopatías, diabetes y obesidad.
¿Cómo comer chapulines?
Según información de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, estos insectos son versátiles en la cocina. Sin embargo, para muchas personas su sabor no es del todo agradable.
Si te interesa integrarlos de manera fácil y gradual a tu dieta, sigue estos consejos:
- Empieza con porciones reducidas, ya que los chapulines más pequeños tienen una textura ligera y un sabor suave (similar al de la nuez o el maíz tostado).
- Mézclalos con otros ingredientes como guacamole, salsas, quesadillas o ensaladas para suavizar su sabor y textura.
- Combínalos con bebidas como el mezcal o la cerveza artesanal, esto para obtener una experiencia más agradable.
- Opta por productos elaborados como galletas, barras energéticas, harinas o snacks con polvo de chapulín, si prefieres no comerlos enteros.
- Prueba versiones sazonadas con ajo, chile, limón o hierbas, mismas que disimulan su sabor natural y los hacen más apetecibles.
Incorporar insectos como los chapulines a tu alimentación no solo puede enriquecer tus comidas, sino que contribuye a un sistema alimentario más variado.
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