En esta temporada de Cuaresma, los alimentos del mar toman un papel protagónico en la mesa. Desde pescados hasta mariscos, la variedad de opciones es amplía, lo que puede hacer difícil el proceso de distinguir los ostiones, almejas, ostras y mejillones.
Si quieres convertirte en un experto, hoy en Menú te explicamos sus principales diferencias.

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¿Cómo diferenciar los distintos tipos de moluscos?
Los moluscos, explica el diccionario Larousse Cocina, son animales marinos invertebrados y de cuerpo blando que están dotados de una concha para protegerse.
Hay distintas familias de moluscos, entre ellas: los gasterópodos, que tienen una concha ubicada en su dorso; los cefalópodos, que conservan la cabeza junto a los pies, divididos en tentáculos; y los bivalvos.
Estos últimos son descritos como los ejemplares que poseen dos valvas y que pueden abrirse o cerrarse, resguardando la parte blanda del animal en su interior.
Si bien explica la Asociación Mexicana de Restaurantes que dentro de este grupo existen muchas variantes como la navaja, la coquina o las vieiras, los más populares suelen ser los ostiones, las ostras, las almejas y los mejillones.
Las anteriores especies suelen parecerse mucho, pero Larousse Cocina agrega que cada una se cocina de manera diferente, al presentar diferencias en su forma física, hábitat natural y otras características organolépticas, como el sabor, el olor y la textura.

Ostiones
Tienen la concha “rugosa, alargada y, generalmente, de color gris”, indica la Asociación Mexicana de Restaurantes. Comúnmente son en forma de abanico, habitan en aguas saladas de estuarios, bahías, lagunas costeras y en mares poco profundos, pues permanecen adheridos a las rocas.
El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera de México explica que este alimento marino es apreciado por su alto contenido de proteínas y Omega-3, incluso superior al de la leche, los huevos y la carne de res. Además, pueden servirse frescos, guisados, ahumados, en vinagre, enlatados, secos o en su concha.
En cuanto al sabor, destacan por su toque salino y ligeramente metálico, mientras que su textura es carnosa y suculenta. Entre los platillos más reconocidos se encuentran los ostiones a la Rockefeller, a la parrilla y fritos.

Almejas
De concha circular y lisa, habitan en aguas de río y en mares poco profundos, pues permanecen enterradas en la arena.
Larousse Cocina explica que su tamaño puede variar dependiendo del tipo; por ejemplo, las del Mediterráneo suelen medir como máximo 5 centímetros, tienen una concha delgada y de color gris; mientras que las de origen mexicano miden de 6 a 10 centímetros y sus conchas suelen ser de color ocre o café.
El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera de México agrega que contienen minerales y vitaminas, siendo recomendadas para reforzar el sistema inmune. No obstante, sugiere no consumir aquellas que, al momento de la cocción, no se hayan abierto tras 3 minutos de preparación.
Antes de prepararlas, se deben lavar con un cepillo de cerdas duras y desechar las que tengan la concha rota. Su sabor es dulce y suave, con una carne tierna pero ligeramente elástica.
Los platillos más populares para cocinarlas son sopa (clam chowder), almejas al vino blanco y al ajillo.

Ostra
Las ostras tienen la concha irregular y una valva más grande que la otra.
El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera las describe como un alimento muy rico en zinc, Omega-3, hierro y calcio.
Se alimentan mediante branquias y su hábitat natural se encuentra a más de 30 metros de profundidad, en grandes bancos ubicados en zonas de marea de aguas saladas templadas.
No se recomienda consumirlas crudas. Su sabor es descrito por la Asociación Mexicana de Restaurantes como “salino y muy mineral, con notas dulces en algunos momentos”. Por otro lado, su textura es viscosa y firme.
Los platillos más reconocidos que las incluyen son la paella, el po'boy de ostras y la piccata.
Mejillones
Finalmente, los mejillones son de concha oblonga, delgada y estriada de color azul, café o negro. Sus bordes son irregulares y son de tamaño pequeño; suelen encontrarse agrupados en las proximidades de las costas.
De sabor dulce y mineral, con una carne levemente firme, son ricos en ácidos grasos Omega-3, hierro, yodo y zinc. Larousse Cocina advierte que estos moluscos suelen venderse vivos, por lo que es necesario verificar que estén cerrados y húmedos.
Los platillos en los que se consumen más son mejillones al vapor estilo belga, a la marinera y al vino blanco.

Disfruta estos deliciosos productos del mar siguiendo las recomendaciones de consumo y tomando las precauciones necesarias para evitar riesgos de intoxicación, lo que te dará una experiencia culinaria saludable.
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