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Ciudad Victoria.— Entre los ciudadanos de Tamaulipas se percibe esperanza ante la inminente llegada de la Tormenta Tropical Alberto, para que calme la sequía que se ha padecido por meses. Para muchos es una bendición.
En los comentarios de café, en los comercios, en el campo, y en las redes sociales, el tema más recurrente es la llegada de las lluvias.
“Queremos que fueran dos ciclones de una vez”, expresa ilusionado el contador público Miguel Miranda.
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“Yo soy de un pueblo naranjero, El Carmen, del municipio de Güémez, donde lo que abundaba era el agua… ahora, nuestras presas, ríos y canales están secos, hoy toda el agua en abundancia es un recuerdo nada más, todo está seco y con un ciclón no nos alcanzaría, por eso ruego a Dios que ojalá que una vez que llegue esta tormenta, se esté formando la siguiente y la siguiente”, dice.
“Un huracán o ciclón en este momento es una bendición, no un peligro, quiero ver las calles de mi pueblo con charcos”, agrega.
Don Pedro Cortez, productor del campo dice: “Es ahora o nunca. No sabe cuánto tiempo hemos esperado que llegue un ciclón”.
En Nuevo León se preparan
En Nuevo León, la gente espera la lluvia con gusto, pero toma previsiones.
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La prioridad para muchas personas ha sido comprar productos esenciales que les permitan quedarse en casa, como es el caso de Sandra Castellanos Rodríguez, del municipio de Apodaca.
“Qué bueno que va a ver mucha lluvia porque se pueden llenar las presas, vamos a tener más abasto de agua y no va a ver cortes, pero por otra parte corremos mucho peligro, pérdidas, inundaciones”, señaló.
