Más Información
Flores de cempasúchil, máscaras, huipiles, guitarras y vihuelas adornan las fachadas de esta localidad, uno de los municipios más importantes de Oaxaca, y principal centro comercial de la nación mazateca en el estado.
Los adornos sobre las paredes de las viviendas en esta comunidad tienen el objetivo de anunciar la alegría de las personas por la llegada de las almas de las personas queridas que han fallecido; pero también, en ellas plasman la cosmovisión de los mazatecos sobre la fiesta del Día de Muertos.
Octavio Augusto Vasconcelos Pérez, de 44 años, y su familia esperan este año la llegada de su mamá, quien falleció hace dos años, así como de otros familiares que empiezan a hacerse presentes desde las 12:00 horas del 27 de octubre.
“A nosotros se nos ha inculcado que es la fiesta más sagrada que hay, por el significado que tiene, porque en nuestra cosmovisión se tiene la creencia de que en esta fecha se abre un portal en el que una vez más las almas que han partido nos vienen a visitar”, comenta.
Señala que son días de alegría en los que hay danza, cantos y comida para recibir a las ánimas que vienen a este plano en la tierra de los vivos. Y adornar las fachadas no sólo refleja esa alegría por recibir a las personas que han fallecido, sino también están cargadas de todo el simbolismo que rodea las creencias de los mazatecos.
“Es más que nada para que sientan que está uno contento de que otra vez regresan a visitarnos. Más que nada es eso, la alegría que siente uno (...) pues viene otra vez. Y pues lo recibo con todo lo que le gustó cuando estuvo acá, y pues adornamos bonito nuestras casas”, dice Octavio Vasconcelos.
Leer también: Altar de cartonería, una forma de honrar la cultura y a los muertos en Veracruz
Menciona que para este año platicaron entre familia para decidir la manera en que adornarían su fachada, y llegaron a la conclusión de que tuviera elementos que los caracterizan como mazatecos.
Es por esta razón que la pared está tupida de flores de cempasúchil y de totomoxtle, petates, máscaras de hombres del ombligo, jarrones, guitarras, huipil tradicional de las mujeres mazatecas, además de calzón de manta y cotón, que forman la vestimenta de los hombres; copaleros y una pintura en la que se plasma el canto ritual de los hombres fruto del ombligo.
El petate, por ejemplo, es uno de los elementos más importantes. En la cultura mazateca cuando una persona fallece se tiende el petate y se acuesta sobre él a la persona fallecida, y como almohada se le pone una piedra. El simbolismo que tiene eso es que una vez que dejas este plano vuelves con la madre Tierra. “Otra vez tu cuerpo físico es el que regresa a la madre Tierra. Por eso es por lo que el petate se pone y se acuesta el difunto para que tenga ese contacto con la madre Tierra”.
Los jarrones son usados para colocar agua de pozo, no comercial, cuando alguien muere. El agua se trae y se pone dentro del ataúd de la persona que ya falleció, y de acuerdo con lo que les han contado sus ancestros, esa agua es para que la persona que murió no tenga sed durante su camino hacia donde vaya.
Mientras que la guitarra, el tambor, el violín y la vihuela son los instrumentos musicales que utilizan los hombres del ombligo para compartir su danza y cantos, al igual que las máscaras de madera.

A Octavio Vasconcelos y su familia les tomó tres madrugadas adornar la fachada, y tuvieron el apoyo de otros familiares quienes les prestaron algunos de los elementos que constituyen su diseño.
Leer también: Inician festividades del Día de Muertos en Tepotzotlán; sábado habrá mega desfile de catrinas
La fiesta de Día de Muertos para los mazatecos, agrega, es de mucha convivencia, fraternidad y solidaridad, “porque regresan las almas que partieron de nuestros seres queridos, y lo que quieren ellos es que nosotros como humanos estemos compartiendo cosas, estemos brindando el apoyo a los demás”.
Una de las primeras cosas que realizan las familias es la colocación del altar a sus difuntos, que consta de una mesa adornada con dos arcos de carrizo cubiertos con flores de cempasúchil, uno en la parte trasera y otro en la delantera. Estos arcos simbolizan la puerta de entrada y la puerta de salida hacia este mundo.
Sobre la mesa colocan los alimentos que le gustaban al difunto. “Para el 2 de noviembre, el altar está repleto de comida, fruta, pan, bebida, todo lo que en algún momento la persona fallecida disfrutó en este plano. Y tradicionalmente se colocan naranjas, mandarinas, maracuyá y una fruta de la región llamada toni. Después son siete días de danza y fiesta”, menciona.
Una festividad de fraternidad y amor
Es la primera vez que Paulina Carrera Martínez y su familia adornan la fachada de su negocio, que para ellos es símbolo de fraternidad, amor y unidad.
En su fachada destaca una mazateca con ropa típica: un huipil con un listón rosa alrededor del cuello, que representa a las aves, el colorido de las flores y las plantas de la región; un listón azul, que simboliza los ríos que corren, y un encaje, que refiere las nubes y neblina que se forman y cubren las montañas.
La vestimenta la complementa una falda —que llaman enagua— y que está bordada a mano. También destacan en sus adornos mazorcas, jícaras pintadas, hechas de una calabaza no comestible, y un chical del mismo material de la jícara usado para guardar las tortillas.
Además, agregaron en su fachada la figura de un hombre mazateco vestido con su calzón de manta y camisa blanca; un paliacate alrededor del cuerpo, que usan para limpiarse o quitarse el sudor cuando trabajaban en el campo, y sombrero de bejuco distintivos de los huehuentones, hombres que se transforman para prestar sus cuerpos a las ánimas y que recorren casa por casa para recibir las ofrendas.
Leer también: Día de Muertos 2025: Seis canciones que no pueden faltar en la celebración en México
“Para nosotros es muy valiosa esta tradición, para nosotros es la fiesta más esperada porque nos une a nuestros antepasados, nos une a los espíritus que vienen a visitarnos. Es unidad, amor, fraternidad, porque nos une a todos los mazatecos”, comenta.
Paulina Carrera tiene 60 años y este año espera a muchos familiares que han fallecido. Por ello, expresa que adornar las fachadas, colocar el altar y la ofrenda es una forma de mostrar alegría por recibir a sus familiares que ya han partido.
“Para nosotros es una alegría muy grande, por eso los huehuentones salen a bailar durante todos estos días”.
En Huautla de Jiménez la llegada de las ánimas inicia el 27 de octubre a las 12:00 horas. En el panteón municipal se realiza un ritual para pedir permiso de que se abra la conexión entre el mundo de los muertos y los vivos, y puedan visitarlos sus familiares. A partir de ese día y hasta el día 5 de noviembre los huehuentones danzan todas las noches por todas las calles del municipio y visitan cada uno de los hogares donde son recibidos con las ofrendas y alimentos.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más
cr
Noticias según tus intereses
[Publicidad]
[Publicidad]











