El 18 de noviembre de 1920,

dos días antes de lo planeado, estalló en Puebla la primera confrontación de lo que se conocería como la Revolución Mexicana . Ese día, los hermanos Serdán, militantes del Partido Anti Reeleccionista, defendieron su casa de fuerzas policiacas del régimen porfirista que iban tras uno de los principales ideólogos del movimiento: Aquiles Serdán , a quién Francisco I. Madero , exiliado en Estados Unidos, había encomendado encabezar la revuelta armada.

Tras el asedio en el que murieron Máximo y Aquiles, Carmen Serdán , la hermana mayor, fue aprehendida y encarcelada al lado de su madre y su cuñada , Filomena del Valle, esposa de Aquiles. Las tres mujeres fueron remitidas a la cárcel de La Merced y después las recluyeron en el Hospital de San Pedro.

Pese a que en los libros de historia el papel de Carmen Serdán se limitó a la ayuda que prestó a los revolucionarios que defendieron su casa, donde incluso resultó herida, su participación, junto con la de otras mujeres que formaban parte una liga femenil, ayudó a propagar los ideales de la Revolución y en contra de la dictadura de Porfirio Díaz , principalmente a clubes feministas que ya existían por todo el país, asegura Rocío García Olmedo , fundadora de la Asociación de Mujeres Abogadas de Puebla.

Esta liga femenil estaba integrada por mujeres poblanas que llevaban a cabo acciones de propaganda antireeleccionista, e incluso se reunieron con Francisco I. Madero, quien les ofreció una política de igualdad en la remuneración por el trabajo, según García Olmedo.

Este grupo se reunía en secreto y fue el encargado de difundir el Plan de San Luis , que indicaba los pasos a seguir para el levantamiento armado. También se ocupó de los preparativos para la guerra en la entidad, como almacenar pertrechos, hacer transacciones para comprar armas, pólvora y dinamita para las fuerzas revolucionarias.

Entre sus integrantes se encontraban tanto Carmen, su hermana Natalia y su propia madre, doña Carmen Serdán

, así como Filomena del Valle, las hermanas Guadalupe, Rosa y María Narváez Bautista, Paulina Maraver e Ignacia Vázquez. Posteriormente la propia esposa de Madero, Sara Pérez, se sumó a esta liga.

El grupo estaba ligado a club político Luz y Progreso , formado en julio de 1909 y que estaba formado por 66 miembros, todos hombres . Por esta razón Carmen y otras mujeres, además de usar un lenguaje secreto, debían emplear seudónimos; el de ella era “Marcos Serrato”.

De acuerdo con la académica María Teresa Martínez Ortiz, de la Kansas State University, la figura de Carmen Serdán y otras luchadoras revolucionarias ha sido opacada por la idealización de figuras como “las adelitas” y “las soldaderas”, que limitan la participación de las mujeres a acompañar a los revolucionarios a las batallas, olvidando los otros roles que desempeñaron.

En el caso de Carmen Serdán, quien participó como parte de la Junta Revolucionaria en Puebla y colaboró en las páginas de El Hijo del Ahuizote y del Diario del Hogar , tras la muerte de Francisco I. Madero, se incorporó como enfermera a las fuerzas combatientes y después una activa lucha, murió el 21 de agosto de 1948, a los 73 años.

afcl

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