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Nunca antes editados en México, The Del Lords, aparecieron inesperadamente en un formato de mini LP –entre el tamaño oficial de las réplicas japonesas e italianas— y el Extended Play, con el Club Elvis: un primer álbum tras mucho tiempo de no acercarse a las bondades del estudio. Lo que sus fieles desde que se formaron en los años 80 pueden esperar es una escena musical neoyorquina revitalizada y atrayente, gracias al trabajo de su principal guitarrista y productor Eric “Roscoe” Ambell. El mejor rock garajero, blues, tintes de pop, más aderezo de rock urbano que se pueden imaginar, y que propone nuevas zonas de confort para el oyente. El disco se puede conseguir bajo el sello Blue Rose en el mercado alternativo de confianza.
A la múltiple y fantástica discografía de Dion DiMucci (con y sin lo Belmonts) que recupera la nostalgia del pop-rock sesentero pre Beatle de este compositor intérprete, miembro del Salón de la Fama y todavía vigente, con más de una veintena de álbumes impresionantes por su sencillez musical, precisión melódica y buen gusto por una esmerada lirica desde “Susy la Coqueta” y “El Vagabundo”, hasta el presente inmediato, hay que agregar sorpresas que aparecen de vez en cuando como Lost Treasures, de The Belmonts con 25 temas (algunos de los cuales aparecen por primera vez en CD) tomados de grabaciones que permanecieron bajo llave por años. La crema del pop en sus inicios.
Como Warner Music México sólo ha editado su más reciente compacto Blurry Face y el de la banda sonora de la película Suicide Squad, donde interpretan el tema “Heathens”, estos pilotos que, en realidad son dos aviadores del rock alternativo (Tyler Joseph y Josh Dun) que incorporan elementos electrónicos con rock, rap e hip-hop, pero del que no se hace en el Bronx que es el uga-chaca-uga de cualquier negrito que harta a la segunda rola, sino que lo dotan de imaginación no sólo melódica sino de una lírica sugerente, original y atrayente. Por vía de mientras ya se vende en formato MP3 (que no es la suma de todas las calidades sonoras, ni mucho menos) la discografía completa para oír lo que hay y luego decidir si comprar toda la discografía (recomendable) o el álbum que más les haya gustado. El par estuvo en un Vive Latino y el 30 de este mes se presentaran en el Palacio de los Deportes. Buenísimos.
En ese mismo formato el sello Neza-Rock -—donde parece que tiene acciones el licenciado Chava Rock, ajonjolí de todos los rocanroles habidos y por haber en la CDMX— acaba de salir completita la discografía del querido Fernando Rivera Calderón y Monocordio. Para darse un quemón de buen rock y pop alternativo chilango, y luego decidir sobre el producto original, que se cotiza fuerte debido a que los tirajes de sus discos se agotaron desde hace tiempo y es más fácil encontrarse el raro de la Suciedad de las Sirvientas Puercas, que cualquiera de sus siete discos. Nada más lléguenle sin miedo y bien open mind, porque la calidad presumida es internacional y de eso no puede jactarse el santón del rock mexicano, Saúl Hernández.
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