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1. El traslado
Aun pagando el trayecto más directo, el viaje resulta tedioso. Son, por lo menos, dos tramos de más de 10 horas cada uno. Hay que tomar en serio las precauciones para un viaje largo, como no tomar alcohol, comer ligero, hidratarse y dormir lo más que puedas para vencer el jet lag.
Usando el sitio web Skyscanner , un vuelo redondo (con escalas) desde la Ciudad de México a Tokio en el mes de marzo, temporada alta por el florecimiento de los cerezos (cotizando del 10 al 17 del mes), te puede costar desde 19 mil hasta 22 mil pesos. Si haces tu compra para viajar en el mes de febrero (cotizando del 10 al 17 de febrero), puedes encontrar vuelos que rondan los 19 mil pesos. Y si viajas en temporada baja, haciendo una cotización del 14 al 21 de septiembre, hay vuelos directos desde 18 mil 563 pesos. También puedes usar los metabuscadores y generat alertas de promociones para conseguir descuentos.
2. Internet móvil
Los departamentos en alquiler aclaran que tienen WiFi portátil antes de decir en qué zona están ubicados (así de importante es tener conexión todo el tiempo). Y no sólo para chatear o subir fotos a redes, sino porque no hay tantas zonas de internet libre y moverse por las ciudades es casi imposible sin estar conectado.
Las calles son complicadas, pues los carteles no están en inglés y no está permitido descargar Google Maps de la zona. La mejor opción es alquilar una tarjeta SIM en el aeropuerto (alrededor de 30 dólares por semana, el precio disminuye en los períodos más largos y es similar a alquilar un WiFi móvil).
3. Transporte
Viajar en transporte público en Japón es más fácil que caminar (las ciudades no están en cuadrícula y hay que estar muy atento). Hay decenas de líneas de tren subterráneo en cada ciudad y todos los puntos del país están conectados; todos son puntualísimos.
Gracias al Mundial de 2002, en todas las estaciones hay carteles en inglés. Y, si algo no está claro, siempre se puede recurrir a los amables japoneses que se ofrecen a acompañarte al vagón si es necesario. Lo caótico son las estaciones grandes en las que confluyen varias líneas.
(Foto: Istock)
Es normal que tengas que caminar varias cuadras bajo tierra para encontrar la que estás buscando, ten paciencia. Para moverte por diferentes ciudades, conviene sacar el JR Pass , sólo disponible para turistas; puedes adquirirlo por siete (253 dólares), 14 (404 dólares) o 21 días (517 dólares) y abarcan casi todos los trenes, incluyendo el Narita Express, que conecta el aeropuerto de la capital con la ciudad en un viaje de dos horas.
También puedes usarlo para la mayoría de las líneas de Tokio (como la Yamanote, circular, que conecta el centro). Si sólo vas a Tokio, puedes comprar pases por 24, 48 y 72 horas o cargar las tarjetas tipo Sube (Pasmo o Suica) con el monto que quieras. Conviene tener efectivo para las máquinas.
Los taxis, que aceptan tarjeta en su mayoría, son accesibles para distancias cortas, pero no convienen para trayectos de más de 10 minutos.
Para horarios y salidas de los trenes, consultar la página Hyperdia .
4. Los costos del día a día
Primero lo primero: la comida . Se puede almorzar por dos dólares o sentarse a comer por 20 con buen servicio y linda vista. Lo ideal es un equilibrio. Algunos recurren a las cadenas de autoservicio (algo así como kioscos), otros prefieren la comida callejera o cocinar. Los souvenirs son muy tentadores y baratos, pero la ropa resulta mucho más cara que en Estados Unidos o Europa, salvo en las tiendas internacionales como H&M y Zara. Un dato es que muchas de estas, como Uniqlo, tienen Tax Free cuando se pasa un monto mínimo determinado. Sólo hay que llevar el pasaporte para poder hacer el trámite en cada local.
5. Dónde quedarse
Deja pasar el cliché del hotel cápsula, por tan poco espacio se gasta lo mismo que en un hotel accesible (algunos encapsulados escalan a los 60 dólares la noche). Otra muy recomendable para sentirse un local es alquilar un departamento a través de Airbnb .
Hay habitaciones privadas alrededor de 70 dólares en zonas centrales y departamentos con espacio para cuatro personas por no más de 100 dólares la noche. Además, se puede cocinar algo para descansar de los sabores asiáticos que pueden cansar a quienes no estén acostumbrados. Para todos los gustos: quienes prefieran zonas muy concurridas tendrán que pagar más que los que prefieran un area alejada y silenciosa.
6. Sí al efectivo, no a la propina
Todas las tiendas aceptan tarjeta, pero no todos los restaurantes, taxis y máquinas expendedoras. Siempre es más cómodo tener una base de efectivo para moverse cómodo y no depender de la suerte. Es fácil manejar los cajeros automáticos del aeropuerto. Lo de la propina es un "no" rotundo en todas las situaciones, salvo en algunos restaurantes de lujo.
Un consejo:
existe algo que se llama otoshi , un platillo misterioso de comida que cuesta entre dos y cinco dólares, que viene siempre que pides un trago en un bar. No se puede elegir y es obligatorio consumirlo.
7. Darse aire
Japón puede ser la paz absoluta y también la definición más clara de "demasiada información". El secreto para sobrevivir es el balance . Unos días de ciudad extrema, otros de pueblo en la montaña . Muchos eligen quedarse una noche en un hotel típico con termas, ryokan, una experiencia que limpia en pocas horas el estrés de la gran ciudad. Si la agenda tiene muchas obligaciones turísticas y recomendaciones de viajeros, meterle en el medio una experiencia con locales de las 300 que ofrece Airbnb. Puede ser aprender a pintar con la técnica típica japonesa, hacer la ceremonia del té en una casa de familia, recorrer la ciudad en kayak o tocar tambores Wadaiko .
(Foto: Istock)
8. Paciencia ante todo
El idioma y las distancias, sobre todo en la enormidad de Tokio, no son para ser tomadas a la ligera. Todo esto enmarcado por un jet lag imposible de ignorar que se apodera de tu cuerpo. Así que mejor realiza planes con anticipación y pasea sin dejar que el ritmo intenso de las ciudades te estrese.
Un consejo:
se camina como se maneja, por la izquierda.
9. Animarse a probar
Puedes vivir comiendo en restaurantes italianos o en cadenas de comida rápida, pero si eres atrrevido, ten en cuenta que, muchas veces, no vas a saber qué es lo que comes.
Guíate por los menús con fotos, señala los platos de otros comensales que resulten tentadores o deja que en el lugar te propongan algo.
Lo bueno:
hay agua gratis e ilimitada en todos lados.
(Foto: Istock)
10. Silencio
"Hay que ser silencioso en espacios cerrados. Hablar bajito en el transporte y los cafés, y salir del lugar para hablar por teléfono", explica Christopher Pellegrini, un estadounidense que vive hace más de una década en Tokio.
Esto es lo más extraño para un mexicano, pero al aterrizar ya resulta imposible subir la voz. Ni para grabar un audio ni para llamar a alguien que está a algunos metros de distancia. Aún así, silencioso no quiere decir quieto y menos todavía frío. El ambiente es cálido y el respeto por el otro es prioridad.