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Casa Luis Barragán
, en colaboración con Estancia FEMSA , presenta la exposición “Fraccionar”, compuesta por obras de 14 artistas contemporáneos provenientes de diversos países que, a través de los diferentes panoramas políticos y sociales reflejados en sus obras, intervienen los íntimos espacios de la Casa.
La exposición cuenta con la curaduría del colombiano Inti Guerrero , y permanecerá abierta al público hasta el 5 de mayo.
Foto: Cortesía Casa Luis Barragán
Más que una exposición, “Fraccionar” es una intervención que dialoga transgresivamente con los ideales arquitectónicos de Luis Barragán quien, influenciado por la Bauhaus y Le Corbusier, diseñó y construyó la casa en 1947 y vivió en ella hasta su muerte en 1988.
Gideon Appah (Ghana), José Bedia (Cuba/EU), Donna Conlon y Jonathan Harker (Panamá), Miguel Covarrubias (México), Diamela Eltit (Chile), Julio Galán (México), Liliana Maresca (Argentina), Diego Matthai (México), John Pule (Niue/Nueva Zelanda), José Alejandro Restrepo (Colombia), Chucho Reyes (México), Rosa Rolanda (México) y Ming Wong (Singapur/Alemania) son los artistas que reúne esta muestra, y en cuya obra se apoya Inti Guerrero para cuestionar los vértices que identificaban la vida de Barragán.
“Fraccionar” está conformada por fotografías anónimas, pinturas, fragmentos de documentales, objetos decorativos y de uso cotidiano como sillas o tapices que resultan agresivos en contraste con los salones que las resguardan.
Cada salón de la casa se encuentra intervenido por piezas contemporáneas que irrumpen en la armonía geométrica representativa de la obra de Barragán : en la sala común, el acrílico “Incorporado luego de la primera caída”, obra del cubano José Bedia , conjura e interpela la cristiandad de Barragán; en un estilo figurativo neo-primitivista, Bedia representa un viacrucis que se asocia con la tradición tribal, reta la perfección angulosa de Barragán desde su lienzo redondo e inmenso, al mismo tiempo evoca el folclor de los ídolos africanos.
Un video de Liliana Maresca presenta a la performer jugando con sólidas piezas de oro después de haber sido diagnosticada con VIH; su intención era evocar las propiedades mágicas del oro como hacían los alquimistas; y la intención de Inti Guerrero, confrontar este misticismo perseguido por la Inquisición frente a las imágenes de Cristo que imperan en todos los rincones de la casa, como el Cristo negro caricaturesco pintado por Chucho Reyes , quien mantuvo una sólida amistad con Barragán; esta representación cristológica se suma a los dibujos hechos por un vagabundo que relucen en una de las habitaciones contiguas.
La intervención es también un cuestionamiento político a la posición elitista que definió a Barragán: el video “Zincfonía tropical”, es muestra de ello, pues mientras que en un extremo del estudio se proyectan mangos que caen sobre techos de lámina en casas pobres de Latinoamérica, en el otro se exhibe una fotografía de Barragán en el proceso de planeación del exclusivo Fraccionamiento de Jardines del Pedregal.
Foto: Cortesía Casa Luis Barragán
“Siento que debo disculparme con los conocedores del arquitecto, así como con aquellos que han emprendido la peregrinación y viajado largas distancias para visitar su casa, pues es posible que esta interrupción curatorial pueda obstruir su belleza sagrada”, escribe Inti Guerrero.
Casa Luis Barragán
pertenece al patrimonio mundial de la UNESCO desde 2004. Actualmente auspicia a Estancia FEMSA , plataforma cultural y artística que busca preservar, documentar y consolidar el arte moderno y contemporáneo latinoamericano.
Pese a su diseño funcionalista, la Casa no ostenta materiales industriales: sobresale la piedra volcánica y la madera, las atmósferas de interioridad que acentúan el sentido religioso que caracterizó al arquitecto.
El acceso a la muestra requiere cita previa. Para mayores informes consultar: www.casaluisbarragan.org
akc
