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El escritor Miguel de Cervantes Saavedra , autor de " El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha ", pidió a España que le concediera el cargo de gobernador de la provincia del Soconusco en Chiapas , donde se asientan Tapachula y otros municipios fronterizos con Guatemala; pero “quizá el rey no se enteró y el Consejo de Indias se lo negó por considerar que no tenía méritos”, afirmó el catedrático universitario y estudioso del novelista, Juan Roque Flores
En el marco del Festival Cervantino Barroco , que se realiza en San Cristóbal de las Casas , el profesor de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach) evocó la obra, los afanes y los anhelos del escritor español.
“En mayo de 1590, Cervantes solicitó al rey Felipe II, de España, que lo nombrara en uno de los puestos vacantes en Las Indias, porque aspiraba a ser funcionario de la administración española, de cierto nivel”, recordó.
El docente dijo que el novelista pidió al reino de España que lo nombrara en alguno de los cargos vigentes en aquel período de La Colonia, entre ellos, contador en las galeras o naves de Cartagena, Colombia; contador en el reino de Nueva Granada; corregidor (alcalde) en La Paz, Bolivia, o gobernador del Soconusco, que era una de las provincias que constituían la Audiencia de Guatemala, junto con Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Verapaz, por real cédula del 25 de enero de 1565. Su sede estaba en Guatemala.
El estudioso de la vida y obra literaria del llamado " Manco de Lepanto ", relató que aquel momento, de acuerdo con la carta de Cervantes, estaba vacante el puesto de gobernador del Soconusco. Su petición fechada el 21 de mayo de 1590 se encuentra en el Archivo de Indias, en Sevilla, España. Asimismo, una transcripción del documento se encuentra en el Archivo General de la Nación .
Cuando el autor del Quijote realizó su solicitud fungía como comisario del rey. Su labor consistía en recopilar víveres y provisiones para la armada de España, por tanto era representante de la Corona, su sede estaba en Sevilla, la metrópoli de las Indias, de donde entraban y salían las naves que mantenían la relación con España.
De modo que en ese sitio el escritor conoció soldados, comerciantes y frailes con quienes conversaba. No obstante, tenía una visión superficial de las Indias, pero si se añade la información que le proporcionaban a su fértil imaginación, se podría pensar que él, que ya era funcionario de bajo nivel pero importante, “pensaba que tenía méritos para venir a Las Indias, además de que su espíritu por las aventuras, a la edad de 43 años, se creía con los atributos suficientes para venir”.
El catedrático, originario de Tapachula, contextualizó que en esos años El Soconusco era una de las provincias “cuya gobernación estaba vacante” y en la carta que el novelista envío a Felipe II argumentó que “había servido por más de 20 años a La Corona, que había cumplido varias misiones, como la batalla naval de Lepanto, en la que participó como soldado donde un arcabuzazo lo dejó inválido de una mano. Narró además que había estado preso, y que se lo llevaron a Argel”.
Es decir, con esas justificaciones, Cervantes consideró que poseía los méritos para ocupar algunos de cargos vacantes planteados. En aquel entonces El Soconusco era una provincia pequeña con pocos habitantes, el cacao había sido una fuente de riqueza muy grande, y además “se tributaba a España en cantidades inmensas”.
Para el reino de España, abundó el entrevistado, “la gobernación del Soconusco era importantísima”, si bien en aquel período empezó a declinar la producción cacaotera y se sustituyó por la de añil; sin embargo, “en su quimera Cervantes se veía como gobernante de una provincia en la que iba a tener atribuciones importantes en lo político, militar y administrativo”.
Roque Flores recordó que el nombramiento “tendría que venir directamente del rey, así que era un sueño para él”, y además “la política de Las Indias se dejaba al Concejo de Sevilla, pues el rey se ocupaba más de Europa”
Así que la respuesta que le dieron a Cervantes a su carta enviada al rey “fue que buscara en España en qué puesto se le podría colocar”. La pregunta es por qué le negaron la posibilidad de ser gobernado del Soconusco; “ tal vez el rey no se enteró y el Consejo de Indias se lo negó por considerar que no tenía méritos. Fue una lacónica respuesta negativa y hasta ahí llegó el sueño de Cervantes de venir” a América.
Pese a la negativa, agregó el docente, Miguel de Cervantes continuó como comisario del rey; le aumentaron de categoría al nombrarlo juez ejecutor de impuestos, una especie de recaudador. “Estuvo en la cárcel por afectar intereses poderosos. Más adelante aparecieron las ediciones del Quijote, la primera, muchos años después la segunda parte”.
Y aunque físicamente Cervantes nunca estuvo en estas tierras, puntualizó el catedrático universitario, es innegable el legado para los hispanohablantes, ya que es considerado el máximo exponente de las letras españolas.
nrv