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Señor director:
Me permito hacer uso de mi derecho de réplica para que se publique en el mismo espacio que corresponde a la columna Crimen y castigo, donde hoy se perjudica mi carrera, de más de 30 años en los medios de comunicación y la difusión de la cultura. Es una mentira que yo haya condicionado la invitación al periódico Excélsior. En los primeros días de septiembre hablé con el editor de Cultura para invitar a ese periódico, debido a que hacía varios años sus reporteros y especialistas no acudían al FIC, pero nunca condicioné la invitación. El editor no lo habría permitido.
Desmiento categóricamente lo que se publicó hoy (ayer) en EL UNIVERSAL. Quien escribe la columna descontextualiza una de mis respuestas personales en Facebook y la emplea como una declaración oficial. ¿Por qué Alida Piñón, reportera de la fuente, no me preguntó de manera profesional cuál era mi postura ante lo que sucedía y en cambio se comunicó conmigo por WhatsApp preguntando: “Hola. Qué sorpresa tu anuncio. Podemos saber las razones? Quién se queda en tu lugar?”
¿Qué acaso el periodismo no se trata de obtener todas las versiones sobre un hecho y preguntar de manera directa?
Efectivamente, “los tiempos han cambiado y la construcción de la democracia demanda el pleno ejercicio de la libertad de expresión”, pero esto ¿no es para ambos lados, para todos los protagonistas que estamos involucrados en el ejercicio periodístico y de la comunicación?
Sin más por el momento, lo saludo
Lourdes Gómez
Respuesta de la reportera:
Señor director:
La información publicada ayer en la columna Crimen y castigo fue verificada. Sabemos que es correcta. Y en efecto, como señala Lourdes Gómez, se le preguntó de manera directa y a través de WhatsApp sobre las razones de su salida. Su respuesta fue: “Hola, Alida, cómo te va. Esto es parte de trabajar en el gobierno y no sé quién llegará”.
En la columna se citó lo dicho por Gómez en su Facebook como justificación de su salida.
Atentamente,
Alida Piñón
