Más Información
SCJN determina que prohibir consumo de alimentos y bebidas en zonas exclusivas para fumar es ilegal tras análisis de amparo
INAI da recomendaciones para evitar robo de identidad y fraudes; pide ser cuidadoso en redes sociales
Como cada año, en las listas de los libros del año suele darse la impronta a aquellos que publican los grandes sellos editoriales y también los independientes del país, que sin duda marcan la ruta del estado actual de la literatura mexicana contemporánea, al tiempo que influyen en los gustos de las comunidades lectoras que los reciben y después buscan, ya sea por las traducciones importantes de escritores y escritoras internacionales que se añaden año con año como por la afluencia de otras literaturas en nuestro idioma que llenan las mesas de novedades y que conforman, en conjunto, la tradición lectora tan nuestra, tan amplia en muchos sentidos, pero también tan estrecha en otros.
Si hablamos de los más de 21,000 trámites de ISBN que se realizan año con año, según los datos de la CANIEM, el universo para escoger a los libros a destacar no es tarea sencilla, pero pronto se puede encontrar directrices para dirigir este esfuerzo. Es cuestión de ordenar parámetros y puntualizar ciertos trabajos editoriales valiosos que suman a lo mejor de la tradición literaria mexicana, que ofrezcan atributos de memoria, de impacto social y edición, pero que también sumen a la cultura en su sentido más amplio y en su relación con todas las actividades del accionar humano con nuestro entorno.
Si bien el ejercicio particular de buscar los mejores es complejo, sí podemos señalar también el esfuerzo por publicar obras atípicas, que también nutren la bibliodiversidad en nuestro entorno editorial. Muchos de estos libros que no suelen salir a la palestra por el dominio por lo general de la narrativa y la poesía y la no ficción comercial, supeditados por la atención mediática impulsada por las editoriales tradicionales, son editados con grandes esfuerzos también en otras regiones de la edición nacional, como lo son las editoriales universitarias y estatales. Ya sea arriesgándose con títulos poco comerciales de autores consagrados o bien, apostando por obras de autores en formación y rescates editoriales o inmersos en su construcción social, estos títulos bien merecen su oportunidad en las siempre necesarias listas del año. A continuación, una escueta pero profunda invitación para que acercar estos títulos al gran público.
Desde el noroeste de México
Este año la UNISON reformuló su colección de ficción y entregó tres libros contundentes, de autores internacionales y uno nacional, que proponen un acercamiento de buenos autores a otros mercados regionales, como lo fueron la edición de los libros Maquetas humanas de Franco Félix, Ella no era Hemingway/No soy Auster de Enrique Vila-Matas y La matanza: últimos principitos de Mario Bellatín. Con estos tres títulos, rebeldes en cierto sentido, porque tampoco son narrativas tradicionales, la UNISON replantea su colección de ficción y la acerca, con una propuesta editorial más fresca, a nuevos lectores y refuerza también la importancia de renovar los estilos editoriales. Tampoco se pierdan Agua vacía, de Fernanda Ballesteros Fernández en la misma editorial.
Lee también: Del artista Bellatín
Rescate a temas complejos.
El trabajo que la dirección de Publicaciones de la UNAM ha hecho para recuperar la obra de autoras invisibilizadas desde la colección de Vindictas ha sido puntual en los últimos años en las mesas de novedades del país, celebrada de manera unánime por la crítica especializada. Este año destaca la publicación de Cartas a Ricardo, de Rosario Castellanos. Escritas con rabia y pasión fuera del país, este epistolario nos ayuda a comprender aun mejor la obra y la personalidad de una de nuestras grandes narradoras de mitad del siglo XX y su relación compleja con Ricardo Guerra. También es de señalar, en la misma editorial, la edición de Canción de protesta. Por lxs jóvenes detenixs desaparecidxs, de Adolfo Córdova, Daniela Rea y Rosario Lucas. Un libro contundente para hablar de las desapariciones en nuestro país, escrito con sensibilidad y arrojo, que además fue entregado un ejemplar a cada estudiante de nivel medio superior de la UNAM, un esfuerzo sin precedentes en la edición universitaria para acercar un tema complejo a los y las estudiantes.
Desde la Universidad Veracruzana
Este año, la Universidad Veracruzana aportó tres libros que a mi juicio bien vale señalarlos entre lo mejor del año, me refiero a Doscientas ballenas azules y cuatro caballos de Margo Glantz, un libro híbrido entre el ensayo y la prosa poética, que revisita el símbolo de la ballena en la literatura universal, con el apunte preciso de una de las figuras de la literatura mexicana contemporánea. Se suma la edición de Cartas a Anna Tesková, de Marina Tsvietáieva, traducción de Selma Ancira, una conversación epistolar entre la gran escritura rusa y su amiga checa, que profundiza en la amistad entre dos grandes intelectuales europeas. Finalmente, he de señalar la Poesía reunida/ The Complete Poems (1909-1967) de T.S. Eliot, un trabajo de largo aliento, hecho por el gran poeta mexicano José Luis Rivas, este libro en coedición con la UAM. La obra de Eliot ha sido traducida a profundidad en español, pero esta versión, fresca, inteligente, amplia, realizada por uno de nuestros mejores poetas contemporáneos es necesario tener en la biblioteca. También hay que darse la vuelta por El hombre que amó a Matilde Urbach, traducción y prólogo de Rafael Antunez, un libro que habla sobre la vida amorosa de Borges.
Homenajes y partidas
La despedida inesperada del maestro Héctor Carreto no permitió que conociera esta bella edición de El oleaje del Ponto. Antologías griegas y romanas imaginarias, publicada por la Dirección Editorial de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. En ella, Carreto recorre de nueva cuenta las vidas imaginarias de los grandes poetas de la antigüedad, pero en el contexto de la vida propia, de la vejez, del amor, del paso del tiempo. Los poemas, avivados por el rescoldo de la nostalgia, nos llevan a una poética de la partida que no dejará a nadie insatisfecho. Otro libro digno de señalar de la misma casa editorial universitaria, es el libro homenaje Los puros cristales del lenguaje de David Huerta. Con textos previos de Hernán Bravo Varela y Eduardo Vázquez Martin, esta antología de Huerta es co-convocada por sus amigos quienes seleccionan los poemas preferidos del autor de Incurable y ofrecen no solo una propuesta poética, sino también el azar de una lectura comentada en honor de uno de nuestros mejores poetas de este siglo.
Ajuste de cuentas con la poesía en español
Uno de los trabajos de recuperación más completos de la poesía en español del siglo XX se publicó este año bajo el sello de la UANL y fue la edición, en tres tomos y más de 1500 páginas, de la obra completa, poesía editada, dispersa, narrativa y epistolario de uno de los poetas españoles más desestimados de la generación del 27 y quien pasó más de la mitad de su vida en México y en donde escribió una buena parte de su obra. Me refiero al poeta Pedro Garfias. Autor del poema más célebre del exilio español, Garfias fue un desterrado en búsqueda de hogar y que encontró en Monterrey un sitio para sobrevivir al exilio. Los tres tomos son el trabajo también de toda una vida del catedrático José María Barrera López quien con este trabajo llena un hueco en la poesía española del siglo XX. De Garfias hay más desencanto que emoción, pero esta obra lo sitúa en su sitio de honor. La UANL también publicó este año el volumen XIII de la célebre colección de poesía traducida, El oro de los tigres, colección iniciada por la maestra Minerva Margarita Villarreal y que honra al Alfonso Reyes traductor. Este año, el poeta Fabián Espejel obtuvo el Premio de traducción Margarita Michelena por su traducción de Las tierras baldías de Eliot, que viene en el volumen XII, por señalar el alto nivel de traducción de la colección que en este volumen contiene traducciones de poetas como Hilda Doolittle, Elaine Fowler, Patrizia Cavalli y Najwan Darwish por mencionar algunos.
Crítica y otras invenciones
Una de las colecciones universitarias más bonitas es la que ha estado realizando la dirección de la editorial de la Universidad Autónoma de Querétaro, quien este año publicó a uno de los críticos más constantes de nuestra literatura contemporánea: No sé lo que soy pero sé de lo que huyo: Crítica de una literatura mexicana de Gabriel Wolfson, que recupera varios de sus trabajos críticos y propone nuevas lecturas de autoras como Josefina Vicens, Tario y contemporáneos. Un libro para recalcular la literatura mexicana contemporánea.
De comida, arquitectura y migración
La Universidad Autónoma de San Luis Potosí publicó este año un libro que recupera la cocina tenek y que dialoga no solo con la receta, sino con la influencia cultural de la misma en la zona de la Huasteca Potosina y da valor a las raíces culturales de la entidad. Ruta gastronómica de la cocina huasteca tének de Leal Aradillas, Ana Elisa Aradillas García, Celia Cilla López, Virginia Gabriela celebra esas raíces, pero también es, como dicen las autoras, “la cocina es una manera de permanecer en el mundo”. La Universidad Autónoma de Baja California también publicó un libro importante sobre arquitectura, Solución plástica: envolvente, cultura y entorno en la arquitectura contemporánea, de Alejandro Peimbert. Un libro que examina construcciones contemporáneas bajo el concepto de lo envolvente. Por su parte, la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, en el marco de los problemas migratorios que se nos vienen, editó Desafíos de la migración en Ciudad Juárez, de Héctor Antonio Padilla Delgado. Un libro con una perspectiva panorámica, multidisciplinaria del tránsito y los flujos migratorios del país también vistos desde las infancias.
Otras tradiciones
No quisiera pasar por alto los otros libros que me parecen puntuales y fortalecen el tema de la bibliodiversidad de nuestra comunidad literaria y que provienen de distintos sellos editoriales independientes o coeditados con instituciones públicas.
Suerte de principiante de Julián Herbert, Universidad Autónoma de Querétaro-Gris Tormenta. Suerte de confesión sobre la vida literaria, la formación de un autor, libro que da señales y un ritmo de una trayectoria en nuestras letras.
La canción detrás de todas las cosas de Gabriela Damián Miravete, Universidad Autónoma Metropolitana, Elefanta Editorial. De este bello libro de ficción especulativa se ha hablado con generosidad este año y no es para menos. Mineral y poético, metaliterario, conversacional, un gran conjunto de relatos que conversan entre sí.
Mark Twain, un viaje a contracorriente de Vicente Alfonso, FLM-Grano de sal. Dictadas originalmente como conferencias, los apuntes de este libro ofrecen un viaje entrañable sobre la vida de uno de los escritores universales más leídos, sus avatares como piloto de barco, sus problemas financieros, su genial capacidad para reinventarse ofrecen un panorama escrito con empatía y rigor.
Las calladas del boom de Eve Gil, Editorial Nitro Press. La labor que Eve Gil ha realizado en los últimos años con la literatura escrita por autoras bien podría ser un paralelo a la publicación tanto de Vindictas, como a la célebre antología de Liliana Pedroza de A golpe de linterna, Atrasalante. En este libro, Eve retrato con precisión la obra de autoras latinoamericanas que es necesario redescubrir.
Rosario Castellanos. Materia que arde, de Sara Uribe y Verónica Gerber Bicecci, Editorial Lumen, es una formidable revisión a la vida y obra de Rosario Castellanos, con un trabajo de ilustración de Gerber Bicecci. Un libro formidable que juega con una nueva modalidad de biografía, de libro de memorias, de la dinámica de la narración de una vida.
Acequia de Amaury Sánchez Colmenares, Editorial Antílope. Ganadora del Premio las Yubartas, convocado por 10 editoriales independientes latinoamericanas y la Feria del Libro de Nueva York, este libro de Colmenares es una parodia, un sarcasmo literario sobre Cuernavaca, sobre la vida misma. Además, la labor de gestión de publicar la obra en todas estas editoriales es de celebrar.