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La superficialidad de una entrevista televisiva en Australia colmó la paciencia de la actriz Blake Lively. La estadounidense de 28 años acudió al segmento "Sunrise" para hablar de su nueva película, "Miedo profundo"— a estrenarse el próximo 18 de agosto en Chile —, pero los constantes elogios a su figura la llevaron a hacer una serie de descargos.
La recordada protagonista de "Gossip Girl", que está embarazada por segunda vez, desde un inicio pareció incómoda en el estudio, pues fue presentada como una actriz "famosa por ser la esposa de Ryan Reynolds".
Posteriormente se le elogió su buen aspecto y se le calificó como "reina de las alfombras rojas". Tras ello, la actriz intentó desviar la atención a su rol en el thriller del español Jaume Collet Serra— donde interpreta a una surfista que queda varada a corta distancia de las costas de una playa tras ser atacada por un tiburón—, pero cuando estaba en ello, el entrevistador le comenzó a preguntar cómo había logrado lucir tan bien en el filme a poco tiempo de convertirse en madre (rodó la cinta ocho meses después de dar a luz a su primer hijo).
Fue ese comentario el que impulsó a Lively a criticar que se valorara aquello. "Es muy injusto que eso se celebre", dijo.
"Creo que el cuerpo de una mujer tras tener un hijo ya es bastante increíble, no hay necesidad de que estés lista para un desfile de Victoria's Secret", añadió.
La actriz, que este año también estará en los cines con "Cafe Society" de Woody Allen, se explayó diciendo: "Acabas de hacer un milagro increíble que te ofrece la vida. Diste a luz a un ser humano. De verdad me gustaría que eso fuera lo que se celebrara".
Las declaraciones de Lively se producen poco después de que la ganadora del Oscar Anne Hathaway criticara la presión que se impone a las mujeres tras dar a luz.
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