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Se había especulado que la reunión entre dirigentes de la hoy llamada Liga MX y la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol), para decidir el futuro de los clubes mexicanos en la Copa Libertadores, sería en Nueva York. Al final, se dio en Paraguay, sin algún resultado concreto.
Enrique Bonilla y Alejandro Domínguez, presidentes de ambos organismos, charlaron para intentar hallar una solución a la problemática de los clubes mexicanos, quienes tendrían problemas para disputar el torneo sudamericano, que a partir del siguiente año se disputará de febrero a noviembre.
“La visita a la Conmebol y el encuentro con el señor Domínguez nos permitió establecer canales para compartir perspectivas de lo que podríamos construir a futuro, en conjunto con la Conmebol y el futbol sudamericano”, dijo Bonilla.
El principal problema es que, al jugarse en ambos semestres, la Libertadores podría empalmarse con la Liga de Campeones de la Concacaf.
Algunas informaciones apuntan a que México saldría del evento.
