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Ciudad Juárez, Chihuahua.— Luego de haber obtenido la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos Río 2016, Misael “Chino” Rodríguez arribó a la ciudad de Chihuahua para reunirse con su familia en Hidalgo del Parral.
Acompañado por la pentatleta Tamara Vega, también olímpica, Misael fue recibido por boxeadores así como familiares, amigos y autoridades gubernamentales.
“Me siento muy contento de llegar a mi tierra con una medalla, estoy muy satisfecho de que reconozcan mi trabajo porque se hizo gran esfuerzo, recibir ese reconocimiento de la gente y los premios que me han dado”, dijo el “Chino”
Leonardo Fonseca, director del Instituto Chihuahuense del Deporte y Cultura Física, anunció al medallista olímpico, que, por parte de Gobierno del Estado, recibirá una casa en Parral, como un reconocimiento a su resultado en Río 2016.
“He tratado de mantenerme alejado de los problemas, gracias a Dios siempre me han dado el apoyo y soy uno de los pocos afortunados que no batalló para llegar a Río”.
“De la noche a la mañana todo cambió para bien, gracias a Dios obtuve el resultado para mí, para México y para todo Chihuahua; al estar en el podio pensaba en lo que había hecho para estar ahí y gracias a Dios se ve reflejado en esta medalla”, agregó el parralense.
A pesar de recibir ofertas al boxeo profesional, Misael no sabe si aceptará o iniciará un nuevo ciclo olímpico rumbo a Tokio 2020.
“Todavía no he decidido, porque también representar a mi bandera me llena de orgullo, ahora que la vi entre las mejores cuatro del mundo fue una sensación muy bonita. Tokio está en mis planes, pero aún no lo defino”.
Egresado de las filas de Olimpiada Nacional, el “Chino” está considerado uno de los mejores exponentes de México.
Misae nació el 7 de abril de 1994 en Parral, comenzó su camino por el deporte de los guantes a los 15 años. Se inició con el entrenador Rubén Castrejón, pasando por los cuadriláteros de Arnulfo “Chico” Castillo, Rodolfo “Picos” Montes, Gustavo Torres, por mencionar algunos.
Con tan sólo 17 años, cruzó la frontera para seguir adquiriendo destreza en los puños y a los 19 años llegó al Comité Olímpico Mexicano, donde se volvió pupilo de Francisco Bonilla, actual entrenador y con quien logró su boleto a Río.