Afuera del albergue temporal para migrantes ubicado en la conocida “Mini Marquesa” del Bosque de Tláhuac, se han instalado unos 200 haitianos, porque dicen, “ya no hay espacio” y ahora pernoctan en tiendas de acampar afuera del Campamento 5 de Olimpia.

EL UNIVERSAL abordó a una empleada del Gobierno de la CDMX al salir del refugio provisional y ante el cuestionamiento de la presencia de migrantes al exterior, mencionó que el albergue se encuentra “rebasado”.

Este espacio fue habilitado el 29 de marzo por la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social de la Ciudad de México (SIBISO) con el fin de resguardar a los migrantes que se encontraban a las afueras de las oficinas de la Comisión de Ayuda a Refugiados (COMAR) en la colonia Juárez, de la alcaldía Cuauhtémoc en condiciones precarias mientras esperaban obtener una cita.

Pero ante la llegada atípica de migrantes, ahora las condiciones afuera del que sería su refugio tiene la misma problemática, las banquetas de la calle Heberto Castillo, muy cerca del Hospital General ISSSTE se inundaron de ropa, y de cartones que utilizan como cama las personas en movimiento.

Con los rostros confundidos y llenos de preocupación, algunos de los haitianos señalaron que buscan obtener un permiso para su tránsito legal en México y obtener un empleo porque las condiciones en las que se encuentran desde que llegaron son precarias.

A diferencia de los migrantes latinos, para los haitianos la comunicación es más complicada porque la mayoría habla su idioma nativo “el creole” y no existen traductores o letreros que puedan orientarlos.

Afuera del albergue habilitado se registran filas de taxis y mototaxis que buscan llevar como pasajeros a los migrantes, aunque para la mayoría es muy difícil pactar el viaje, pues no les entienden.

Durante el recorrido se logró platicar con Robenson, uno de los migrantes que habla muy poco español y que lleva en México casi un mes, él reconoció que el país es muy bueno, pero que las condiciones afuera del albergue son malas y que no lo han dejado entrar al Bosque de Tláhuac, donde aseguró hay mucho espacio.

Andre, otro migrante haitiano que lleva 7 días, dijo que él busca trabajo en México pero no ha sido fácil porque no tienen los papeles. “Si yo puedo encontrar trabajo, aquí me quedaré, porque busco un futuro mejor, aquí hay vida”.

Para Ornell, su sueño es llegar a Nueva York, Estados Unidos salió de Haití con la esperanza de buscar una vida mejor, él ha pedido asilo al país norteamericano pero no le respondieron. Pero mientras lo logra, le gustaría encontrar trabajo porque su familia espera que mande dinero para comer.

Hasta el lugar han llegado grupos de ciudadanos como Esteban Palacios, con la misión de compartir un poco de comida y agua para aligerar la espera y la frustración de los haitianos.

Ante la problemática, EL UNIVERSAL solicitó información a SIBISO sobre la situación y aseguraron que “a las afueras del albergue se instalan personas migrantes que buscan realizar su trámite y que deciden pernoctar o esperar ahí por algunos días para ser atendidos por la COMAR, porque consideran así tienen una garantía de lugar en la fila” en el módulo instalado al interior.

En la tarjeta informativa refirieron que “algunas personas que han requerido albergue han sido canalizadas al interior del albergue o a espacios de albergues aliados”. Hasta este jueves 5 de octubre, se han atendido a 489 personas, entre ellos; 257 hombres, 139 mujeres y 93 niñas, niños y adolescentes.

Según la dependencia, desde el 29 de marzo a la fecha, se han otorgado más de 61 mil servicios de albergue (pernocta, alimentación y servicios de higiene) a 10 mil 200 personas en movimiento.

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