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Miguel Herrera amaneció con la noticia de que dejaba de ser el técnico de Tigres.
Cuando pidió una explicación, dicen, que la respuesta fue: “Viene de arriba, de muy arriba”.
Esto se estaba fraguando desde hace tiempo, aunque parecía que con el tiempo, la cuestión se había enfriado.
Cuentan en el norte, que al terminar el torneo los altos mandos del equipo regio, gente a la altura de Mauricio Doehner, enlace entre CEMEX y la directiva de Tigres habían decidido que el “Piojo” quedara fuera de la institución, y más después de sus declaraciones contra el plantel, el famoso: “Ya están viejos”.
Esa primera decisión, que parecía ser visceral, fue calmada por Mauricio Culebro, presidente deportivo del club y que fue quien llevó al Piojo al norte del país.
Pasó el tiempo. La directiva se sentó y comenzaron las evaluaciones. Se tomaron en cuenta lo que pasó en la cancha, la eliminación por la alineación indebida, la relación del Piojo con algunos jugadores y el poco interés en el equipo de cara al próximo torneo y el mucho interés por irse de comentarista a Qatar.
Los pulgares fueron hacia abajo y Mauricio Culebro no pudo más que sumarse a la mayoría: la cabeza de Miguel Herrera rodó.
Ahora, lo que falta es saber qué técnico puede llegar. Se nombra a gente como Diego Cocca y Eduardo Coudet, pero sobretodo es cuan tirante quedó la relación entre los directivos, porque, se quiera o no, la liga se comenzó a estirar.