Más Información

Honestidad es vivir con coherencia entre lo que se piensa y se hace, asegura Sheinbaum; "no es solo decir la verdad", afirma

En una hora y 38 minutos se definió la política de seguridad México-EU; así fue la visita de Marco Rubio a Palacio Nacional

EU incauta 13 mil barriles de químicos para drogas que iban de China a México; serían para el Cártel de Sinaloa

Döring denuncia ante FGR a Andy López Beltrán y 7 morenistas más; acusa delitos de huachicol fiscal y crimen organizado
Ser campeón del mundo era el destino del boxeador mexicano Rey Vargas . El púgil mexiquense, quien ya presume en su palmarés dos cinturones de esa clase avalados por el Consejo Mundial de Boxeo , no se conforma, y —a poco menos de un año de coronarse como monarca pluma— está a unos días de volver al ring, en busca de su tercer fajín.
Su cita con la historia está pactada para el 11 de febrero, en San Antonio, Texas , con el cetro superpluma en juego, y llevando como rival al estadounidense O’Shaquie Foster .
Lee también: Abierto de Acapulco tendrá a cinco jugadores del Top Ten
“[Estoy] emocionado por la oportunidad de ir a las 130 libras, en busca de otro campeonato. Es lo que busco, retos. Hablé con mi promotor para ver esa posibilidad. Era lo que quería: Hacer cosas que el boxeador normalmente no se atreve”, advierte Vargas, quien va por su victoria 37 como profesional; tiene 22 nocauts.
“Ser campeón del mundo no es fácil”, acepta Rey, “pero hay una lista larga de ellos. Si eres bicampeón invicto, ya se cierra la lista. Ahora, quiero que mi nombre esté en la pequeña lista de tricampeones invictos”.
Su rival tampoco conoce la derrota, es tres años menor que él (29) y acecha su triunfo 20, además de presumir mucho poder con los puños: “No me da miedo, hemos estado alistando el cuerpo en la preparación. No puedo decir si es el rival más fuerte en mi carrera, hasta verlo arriba del ring. He enfrentado a peleadores fuertes, duros”.