La mexicana Regina Cortina lleva los últimos seis años de su vida recorriendo los torneos de tenis más importantes en el calendario. No viaja con raquetas o pelotas, lo hace con su cámara fotográfica.
“Mi misión es diferente a los demás fotógrafos. Busco captar emociones dentro y fuera de la cancha. Me gusta mostrar algo que la gente no ve, el lado humano de los tenistas”, comentó a EL UNIVERSAL Deportes.
Cortina comenzó su carrera cubriendo el deporte blanco en un Challenger en la Ciudad de México. Sus fotos provocaron que tres meses después estuviera en su primer Roland Garros.
“Me gusta cubrir desde Grand Slams hasta Challengers. Mi calendario cambia con los clientes que tenga que trabajar. Por lo general, trato de cubrir los cuatro Grand Slams y, si se puede, todos los Masters 1000”, dijo.
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El silencio, la concentración y la práctica que implementan los tenistas también son fundamentales en la actividad de Regina.
“La fotografía no es tan fácil como se cree. Igual que el tenis, no sólo es picarle a un botón o pegarle a una pelota. Necesitas practicar, desarrollar habilidades. Si no das el 100% en tus fotos, se transmite que no tienes energía, así como pasa en la cancha”, explicó Cortina.
Le llena de orgullo ser testigo de hechos históricos por parte de las raquetas tricolores.
"La familia ha crecido, al principio éramos Santiago González y yo. Después Micky Reyes-Varela, Hans Hach, Giuliana Olmos y (más reciente) Fernanda Contreras. Es padre cubrir hechos como cuando Ernesto Escobedo jugó por primera vez como mexicano (Australian Open), cuando Fer calificó a los Grands Slams o cuando Olmos ganó su primer Masters 1000 en Madrid", afirmó la fotógrafa.
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