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ariel.velazquez@eluniversal.com.mx
Nueva York.— A escasos días de tomar un avión a Estados Unidos, Rocky Fielding y su equipo de trabajo entraron en pánico cuando los trámites de su visa se interrumpieron, debido a que la hoja de fotografía de su pasaporte estaba un poco dañada.
La función más importante en su carrera dependía de conseguir un nuevo pasaporte e ir de nuevo a la oficina de migración para poder tomar el vuelo a Nueva York. “Trabajé toda mi vida para estar en los escenarios más grandes, y ahora estoy luchando contra el nombre más grande en el deporte [Saúl Álvarez], en el Madison Square Garden. Es el sueño de todo peleador y estuvo en peligro por el pasaporte. Lo logramos al final, pero casi fue un desastre”, dijo Fielding con un suspiro de alivio.
El incidente llevó a su equipo a pensar en soluciones alternas, como alargar su llegada hasta el viernes por la mañana de Inglaterra, y arribar a la ceremonia de pesaje. “Nos acercamos esos días con Rocky y le dijimos que todo estaría bien, pero por dentro en algún momento pensé que todo había terminado… Nos aferramos al último momento posible, incluso con la posibilidad de volar en viernes por la madrugada”, contó Eddie Hearn, promotor de Fielding.
La presencia del inglés durante la semana previa ha sido un poco más anecdotaria que de promoción. Durante su estancia en Manhattan ha recorrido las calles como un turista más, incluso asistió a un juego de los Knicks en la parte alta del Madison Square Garden. “La vez pasada que estuve aquí, me senté en el nivel superior viendo a los Knicks. Pensé en todos los grandes boxeadores que han peleado aquí, comenzando con Muhammad Ali”. Fielding llegó a Nueva York con el cinturón de campeón, pero es casi imposible que regrese a Inglaterra con él.
