Originario del pequeño municipio de Encarnación de Díaz , en Jalisco, Jesús Arturo Esparza recordó —en exclusiva para EL UNIVERSAL Deportes— sus inicios en el deporte. El hoy maratonista olímpico narró la forma cómo en esa etapa infantil mezclaba el beisbol y múltiples disciplinas , junto a su hermano.
“Nos quitábamos la ropa de escuela
y nos poníamos la de trabajo. Nuestra labor era ordeñar o ir por animales a los corrales... Siempre fue escuela y otra actividad, ya sea trabajo o deporte. A esa edad, nos empezó a interesar el beisbol. En una ocasión, un director de deportes nos vio correr y —al finalizar— nos preguntó si corríamos, nos invitó a formar parte de un club de atletismo” , recuerda Esparza.
Al ver la primera negativa por parte de los hermanos, un nuevo acercamiento se daría tiempo más tarde , específicamente en la escuela, donde el director de deportes utilizó su gusto por el beisbol para llevarlos a entrenar.
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“Nos dijo que, para mejorar en el beisbol, necesitábamos correr. Eso captó nuestra atención y nos inscribimos al club. Comenzamos a ganar carreras y eso nos iba motivando mucho a cada paso” , relató, con gusto.
El corredor agregó que la vida del deportista parece ser simple, pero —en realidad— el camino es complicado, de mucho esfuerzo y dedicación para obtener resultados que pongan en alto el nombre de México.
“Para cumplir el sueño, es un proceso muy largo, de mucho esfuerzo. No les mentiré, en varios momentos de mi vida me deprimía al comparar mis resultados con otros deportistas”, subrayó.
Por eso, para Esparza el momento que más recordará a lo largo de su vida es cuando fue notificado de manera oficial como parte de la delegación mexicana que participará en Tokio , instantes que compartió a lado de su familia, en plena cuarentena.
“Después de varias competencias, nadie pudo superar mi marca y fue oficial , recuerdo que estaba en casa”, finalizó