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En el Mundial de Gimnasia que tuvo lugar en Stuttgart (Alemania) en el 2019 pasó a la historia la estadounidense Simone Biles. A sus 22 años se confirmó como la mejor gimnasta de todos los tiempos. Su nombre quedó escrito en letras de oro, al convertirse en la deportista más laureada de esta disciplina, una de las reinas del olimpismo.
Con sus triunfos en Alemania, Biles obtuvo 25 medallas en sus participaciones en los mundiales, una cifra que nadie más había conseguido, ni en damas ni en varones.
De ellas, 19 han sido de oro, tres de plata y tres de bronce. Pero no solo logró hacerse con ese tesoro de títulos: en una de las jornadas efectuó el famoso ‘triple doble’, un movimiento que lleva su nombre y que nunca antes lo había realizado una mujer. Es considerado una especialización que muy pocos gimnastas hombres pueden realizar en sus rutinas.
Lo hizo en la final de suelo, cuando se lanzó en busca de ponerle el sello a una actuación nunca antes vista de una gimnasta en el planeta.
El movimiento consiste en ejecutar dos saltos mortales con tres rotaciones, algo con lo que ya había deslumbrado al mundo meses antes en el Campeonato Nacional de Estados Unidos, en Kansas City, pero que se atrevió a repetir en el Mundial.
Ese movimiento le representó una nota de 14.400 puntos, su quinto título del mundo en suelo y ser señalada como la estrella del torneo.
Para la mayoría es la gimnasta más importante de la historia, otros la comparan con la rumana Nadia Comaneci, la primera en lograr el puntaje perfecto, cuando en los Olímpicos de 1976 fue calificada con el número 10.
Gloria y dolor
En el 2018, Biles soltó una bomba en sus redes sociales: confesó que fue una de las atletas abusadas por el doctor Larry Nassar, médico de la Federación de Gimnasia de su país, condenado a cadena perpetua por un tribunal en Míchigan y a 60 años de cárcel por pornografía infantil, tema del que poco habla.
Simone Biles llegó al deporte de carambola. A los seis años participó en una excursión que visitó el Centro Bannon’s Gymnastix en Houston, Texas (EE. UU.). Realizó varios ejercicios, y Aimme Boorman, una de las entrenadoras, fue alertada por sus auxiliares y no dudó en verla.
Luego de ver sus cualidades averiguó el teléfono de su casa, donde vivía con Roland, su abuelo, quien la adoptó desde muy pequeña, después de que sus padres no pudieron hacerlo debido a la adicción al alcohol y las drogas.
En ese tiempo Roland estaba casado con Nallie, su segunda esposa, quien no dudó en darles la mano a Simone y a sus hermanos Tevon, Ashley y Adria.
Su vida cambió luego de los Juegos Olímpicos del 2016, pues una vez acabó su participación se dio un año sabático, después de ganar cuatro medallas de oro y una de bronce.
Confesó que sufría de trastorno por déficit de atención e hiperactividad, que tenía que medicarse y que pertenecía al programa de exención de uso terapéutico por el tratamiento médico.
La historia de su vida ha dado para todo. Su infancia, el caso del abuso sexual y sus triunfos la llevaron a la pantalla chica en una película que se llamó Simone Biles, coraje para triunfar.
Sabe que le queda mucho camino por delante. Entiende que es una figura, pero que aún le falta para ser la mejor del mundo, por eso se traza retos.
Uno de ellos se vio truncado tras la postergación de los Olímpicos de Tokio 2021, porque su meta es entrar al grupo de las únicas gimnastas del planeta en revalidar los oros en las justas, tras lo conseguido por la ucraniana Larisa Latynina (1956-1960) y la checa Vera Caslavska (1964-1968).
Biles, la mejor deportista mujer del planeta en la actualidad, la mejor gimnasta de la historia, aceptó contestar unas preguntas para EL TIEMPO. Y tener a una de las mejores deportistas del mundo de la actualidad en estas páginas es un verdadero lujo.
¿Qué análisis hace del aplazamiento de los Juegos Olímpicos?
Me entristeció mucho saber la noticia de que los Juegos se pospusieron, pero sabía que era la decisión correcta para la salud de todas las familias en todo el mundo. No se vivían momentos fáciles, ahora tampoco, y todo es una incertidumbre.
¿Cómo recibió esta noticia?
Estaba en el gimnasio entrenando con un grupo pequeño y me senté y lloré. No pude contenerme, pues el plan de trabajo estaba destinado para la cita en Tokio, pero pasó lo que tuvo que pasar y no hay que lamentarse más. La vida sigue, y hay que planear para el 2021.
¿Es cierto que pensó en retirarse cuando se enteró?
Realmente no tomé ninguna decisión de una forma u otra en ese momento, solo traté de absorber la noticia del aplazamiento. Uno piensa muchas cosas porque, la verdad, la noticia, aunque se esperaba, pues fue dura.
Lo que realmente truncó mi plan fue la pandemia mundial, el aplazamiento de los Juegos fue una circunstancia normal.
¿La decisión de qué manera truncó sus planes?
Lo que realmente truncó mi plan fue la pandemia mundial, el aplazamiento de los Juegos fue una circunstancia normal. Lo que más importaba en ese tiempo y ahora era que la gente se quedara en la casa. La situación en el continente no está fácil, y hay que decirle a la gente que se cuide y que no salga.
¿Cuáles son los pasos por seguir, el plan cambia para Tokio 2021?
Estoy trabajando con mis entrenadores en un nuevo plan que me permitirá mantenerme fuerte tanto física como mentalmente. Una vez que volvamos al gimnasio, podré determinar cuál es la mejor manera y seguir adelante. La meta está puesta en esos Olímpicos. Hay que pasar la página y seguir el camino señalado.
¿De qué manera Tokio es un desafío?
Para todos los que iremos a competir es eso, un desafío, un objetivo que debemos cumplir. Claro, todos quieren ganar, y cada uno se preparará para lograr su meta. Tenemos un año para eso y seguro que vamos por el mejor sendero.
¿Está en su mente igualar a Caslavska y a Latynina?
Estoy trabajando en eso, en mejorar cada día mi rutina, en mirar qué hacemos de nuevo. Siempre que con mis técnicos conseguimos un objetivo, pues es un paso hacia adelante.
¿La gente espera que supere lo que hizo en Río de Janeiro?
Será un desafío, como dije, seré un año mayor luego del aplazamiento de las justas, pero si sigo adelante, lo abordaré como todo lo demás. Uno no puede prometer nada, mire lo que pasó en el mundo, pero de lo que estoy segura es de que hay que trabajar duro para lograr el objetivo, ojalá pudiera hacer lo mismo de Río o superarlo.
Siempre la comparan con Nadia Comaneci, ¿eso le incomoda?
Siempre es un honor ser comparado con cualquiera que haya logrado lo que Nadia hizo. Ella es, para nosotros, una luz en el camino que nos ilumina. Cuando uno está en competencia y le dicen eso, pues como que no se cree. Nadia es muy importante para la gimnasia.
¿Qué le dice que sea la gimnasta con más medallas en la historia, entre hombres y mujeres?
Estoy realmente orgullosa de todo el trabajo duro que he realizado para lograr el éxito que tengo hasta ahora. No puedo referirme sino a eso, porque es que, la verdad, eso es fruto de un sacrificio, de un duro entrenamiento, de la labor mancomunada de un equipo de trabajo que sabe lo que tiene que hacer.
Lo que siempre respondo es que solo trato de ser la mejor Simone que puedo ser.
¿Qué la hace la mejor del mundo?
Es una pregunta que me hacen mucho, pero la respuesta siempre es la misma. No es que sea una frase de cajón, pero realmente no lo sé. Lo que siempre respondo es que solo trato de ser la mejor Simone que puedo ser, y ahí se incluyen el trabajo de mis entrenadores y el amor que uno le puede poner a lo que hace.
¿Qué tiene en cuenta para preparar sus movimientos, que siempre llegan al límite?
Solo escucho a mis entrenadores y trabajo duro. La base de la labor es esa, trabajar, insistir en lo que se puede alcanzar, tratar de mejorar cada día. Los técnicos son claves, porque ellos son los que delinean un camino en el deportista, y nosotros solo tenemos que seguirlo.
¿Qué le dice ser la primera mujer en hacer un triple doble?
Al principio no estaba tan segura de poder hacerlo, pero mis entrenadores creyeron en mí, y yo confío mucho en ellos. Estaba realmente emocionada de poder hacerlo. Por eso es que trabajamos todos los días, mirando las rutinas, analizando los movimientos, son horas y horas que se pasan no solo en los gimnasios practicando.
¿Qué quiere decir con que no lo es todo?
Que uno se siente orgulloso de lo que hace, de lo que consigue, porque no es fácil que un deportista llegue a lo más alto, hay que pasar y quemar etapas muy duras. Eso me hace feliz, y estoy contenta con lo que he conseguido. Muy seguramente estaré así si llego a cumplir mis próximas metas.
Sus mejores logros
- Simone Biles ha ganado seis títulos en los Campeonatos Nacionales de Estados Unidos en la general individual (2013, 2014, 2015, 2016, 2018 y 2019).
- En cincoocasiones ha ganado el mundial en la misma competencia (general individual, 2013, 2014, 2015, 2018 y 2019) y es la única gimnasta en conseguirlo tres veces de forma consecutiva.
- Su especialidad es la prueba de suelo, y ha obtenido cinco títulos mundiales (2013, 2014, 2015, 2018 y 2019).
- Es tricampeona mundial de viga de equilibrio (2014, 2015 y 2019).
- Por equipos, ha ganado el título de campeona mundial en cuatro ocasiones (2015, 2016, 2018 y 2019).
- Y dos veces ha ganado en salto de caballo (2018 y 2019).
- Es la única gimnasta que ha obtenido 25 medallas en los mundiales, entre hombres y mujeres (19 oros, 3 platas y 3 bronces).
- En los Olímpicos de Río 2016 ganó 4 oros (equipos, general individual, suelo y salto) y bronce en la viga de equilibrio.