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ariel.velazquez@eluniversal.com.mx
Cuando en Fenway Park se enteraron que los Yankees contrataron al campeón de cuadrangulares 2017, Giancarlo Stanton, la gerencia operó y consiguió a JD Martínez, quien bien podría ser la catapulta para salir del fondo del departamento de jonrones (168) que ocupó el equipo el año pasado.
Martínez es un bat de poder que se ensambla en la parte media de la alineación. En 119 juegos que tuvo la campaña de 2014, bateó para .303 con 45 vuelacercas y 104 carreras producidas.
Al ser un bateador de línea, el Monstruo Verde de Fenway Park le podría costar algunos cuadrangulares a Martínez, una situación que no preocupa en estos momentos a la oficina como el hecho de que cuatro de sus mejores brazos no estarían listos para el Día Inaugural, el 29 de este mes, visitando a los Rays de Tampa Bay.
El cerrador Craig Kimbrel se encuentra en un momento delicado para su familia. Su hija Lydia se recupera de una cirugía de corazón que ha hecho que Kimbrel se encuentre en Boston desde el 28 de febrero.
Craig es uno de los pocos cerradores dominantes, con una efectividad de 1.43 y 35 salvamentos (su séptima temporada consecutiva con 30 o más). Lideró entre los relevistas, con 126 ponches.
Ningún equipo es campeón en marzo, pero Boston sabe que no puede dejar ir triunfos, cuando los Yankees son una amenaza que ya no miran por el retrovisor, sino que ahora persiguen.
Es muy probable que los abridores Drew Pomeranz, Steven Wright y Eduardo Rodríguez no arranquen en el roster, por lesión.
La desgracia de unos es la alegría de otros, y eso lo ha entendido el mexicano Héctor Velázquez, quien es casi seguro que se hará cargo del quinto puesto.
Los Red Sox ganaron su división en 2017, pero aún así despidieron al manager John Farrell, después de que fueron eliminados en los Playoffs por los Astros de Houston.
De aquella debacle, la gerencia de Boston aprendió algo y decidió contratar al puertorriqueño Alex Cora como su timonel.
Cora fue el coach de banca con los Astros que consiguieron la Serie Mundial del año pasado, al vencer a los Dodgers en siete juegos. El boricua, aún con la llegada de Martínez, deberá cambiar la forma de juego y conseguir más de los 106 robos de 2017.
Nadie apunta a la decepción, y ciertamente no en los grandes equipos de MLB. Pero es inevitable pensar que los Red Sox tienen que enfocarse en pelear por uno de los comodines y no el banderín del Este.