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Nadie en la historia de gira de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) ha ganado tantos títulos en arcilla como Rafael Nadal.
Nadie, también, le ha propinado tantas derrotas a Novak Djokovic como el español. Y tampoco hay tenista en el circuito varonil que haya ganado tantas ocasiones el Masters 1000 de Roma que el ibérico.
Nadal
volvió a recuperar su nivel arrollador en tierra batida en el Masters 1000 de Roma, donde se quedó con el título, luego de derrotar en tres sets (6-0, 4-6 y 6-1) en la final al número uno del ranking mundial, el mismo Djokovic.
El mallorquín fue dominante desde el inicio del encuentro y doblegó la resistencia que le puso serbio para ganar el primer set. El número uno despertó para el segundo rollo y, con un esfuerzo físico destacado, logró romper el ritmo de Nadal y quedarse con apuros ese set.
Pero el buen momento de Djokovic se quebró en último set. Nadal volvió a ser la máquina arrolladora que fue en un principio y se apropió del juego y terminó ganando el encuentro con facilidad.
El triunfo le permitió ganar su primer título de la temporada al español, que también significó su noveno Masters 1000 de Roma , lo que lo consolidó como el tenista más ganador de la historia del certamen.
La victoria, de paso, también le permitió tomar revancha de la final que perdió contra Djokovic en el Australian Open.
El mallorquín también ha despejado dudas de su nivel, todo previo a que inicie Roland Garros , su torneo preferido y en el que también es el más ganador de la historia.