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¿Está llegando finalmente el tantas veces anunciado recambio generacional en el tenis? El búlgaro Grigor Dimitrov dio un golpe sobre la mesa al conquistar invicto el Masters de Londres y poner el broche de oro a una temporada que concluirá como tercero del ranking mundial.
La victoria sobre el belga David Goffin por 7-5, 4-6 y 6-3 en la final no solo dio a Dimitrov el título más importante de su vida, sino que lo convierte también en un legítimo aspirante a ingresar en la élite de la élite.
Sólo el español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer cierran el 2017 por encima del revitalizado jugador dirigido por el venezolano Dani Vallverdú, que finalmente parece haber dado el salto que tantas veces insinuó desde que fuera apodado como el Baby Federer.
“Esto no es el resultado de una, dos semanas de trabajo. Es el resultado de la pretemporada, de todo el año”, afirmó Dimitrov tras una temporada en la que ganó cuatro títulos, incluyendo además el de Londres.
“El Masters es un logro increíble, sí. Pero siento que aún tengo mucho para dar”, dijo el búlgaro de 26 años.
Es cierto que el Masters fue un torneo plagado de ausencias; sin embargo, Dimitrov conquistó el título de punta a punta pues ganó sus cinco partidos, incluyendo dos victorias sobre Goffin, y mostró un tenis de alto vuelo.