Más Información
“Baby Trump, te comportas como niño”; migrantes y deportados castigan piñata de Donald Trump frente al muro fronterizo
Alejandro Armenta: Vamos a defender con Sheinbaum a los migrantes; los poblanos son forjadores de “Pueblayork”
FGR asegura 15 mil litros de hidrocarburo en el Estado de México; deshabilitan dos tomas clandestinas
Marina asegura más de 240 mil cajetillas de cigarros apócrifos en el puerto de Manzanillo; el valor de la mercancía asciende a 19 mdp
ariel.velazquez@eluniversal.com.mx
Se llama Zion Williamson y es muy seguro que lo conozcas por ser el jugador estrella de Duke al que se le rompió una de su zapatillas Nike.
Williamson es el mayor atractivo que tendrá el March Madness, que no es otra cosa que el certamen a vida o muerte que tiene el basquetbol colegial de Estados Unidos para definir al campeón.
El certamen, al cual ingresan 64 universidades, es el Super Bowl para los pobladores de Carolina del Norte, Kentucky o Indiana.
Y es que los grandes programas de basquetbol colegial se encuentran en estas ciudades.
Duke fue nombrado el sembrado uno. Los Blue Devils son el gran favorito para llegar al Final Four en Minneapolis, pero no será necesariamente un juego de niños. El mayor obstáculo podría ser Michigan State, que obtuvo el título de la conferencia Big Ten.
Williamson parece un personaje salido de cómics. El jugador de primer año es el más emocionante de toda la NCAA al realizar clavadas y tapones con poder.
Para muchos, el delantero de Duke se convertirá la próxima temporada en la segunda edición de LeBron James, sólo que más fuerte y más rápido. Ha llegado la “Locura de Marzo”.