En la lucha libre, dos estilos que no se encuentran sobre en cuadrilátero suelen arrojar una batalla deslucida. La que sostuvieron el Bandido y el Cuatrero , el viernes en la Arena México , enfrentó la desaprobación del respetable y diagnósticos alejados entre los protagonistas del combate.

Desde la esquina del bien, y con una visible molestia por el resultado en su primera batalla importante en el Consejo Mundial de Lucha Libre , el Bandido lamentó. "No estoy contento con este resultado, y por lo menos él (Cuatrero), debería tener los pantalones (el valor) de aceptar otro mano a mano, que sea en superlibre, que se valga de todo, porque tiene que salir uno de los dos avante".

Y es que, el lagunero quedó sin máscara sobre en enlonado, con la victoria en dos caídas al hilo para su récord pero la humillación para su orgullo. "Este tipo de luchas no me dejan satisfecho en el ámbito luchístico. Siento que ahora sí merezco una real oportunidad en el CMLL , con alguien que realmente quiera trabajar, que quiera hacer un verdadero espectáculo para toda la gente".

Un triunfo moral para su victimario, quien desde el bando de los maleantes, se alimenta de la desaprobación de los aficionados. "Al Bandido se le demostró que no es tan importante salir con la victoria, el simple hecho de darle una patiza fue suficiente. Los Dinamita, en tercia, pareja o solos, estamos dando de qué hablar".

Así que en cuanto a los silbidos que provocó la lucha entre los aficionados, fue contundente. "No sé qué esperaba la afición, la lucha se hizo. Pienso que están acostumbrados a chiflar y obligar al luchador a cambiar su estilo, y no, si quieren verme luchar, se van a aguantar a mi estilo".

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