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Son más de tres mil kilómetros desde la Ciudad de México hacia Chicago. Algunas horas en avión si tienes papeles. Casi una semana si lo haces de ‘mojado’. Eso no le importó a Roberto Pelayo, él quería conocer el United Center, casa de los Bulls .
“Cuando llegué, pensé, caminé en el desierto, tomé autobuses, libré migración, pero ya estoy donde pisó Michael Jordan ”, recuerda Roberto, también conocido como ‘El Niño’, de aquella locura que hizo en el año 2000 por ver al equipo que lo enamoró en su adolescencia.
Tenía tan sólo 23 años, curioso número, ya que es el mismo que inmortalizó su ídolo, al ser el dorsal que utilizó en su carrera.
Aunque eran otros tiempos, pasar la frontera norte de México siempre implicó un riesgo para todos los compatriotas que buscan el ‘Sueño americano’ . En este caso, el ‘Sueño de ver a sus Bulls’ .
“La segunda vez que me fui de mojado bajé casi ocho kilos en tres días por caminar a casi 50 grados en el desierto, pero cuando toqué la estatua de Jordan , parecía que había tomado la pócima de Space Jam ”.
Todo valió la pena. El amor que surgió viendo las finales de la NBA de 1992, con su pequeña televisión a blanco y negro en su cuarto de Tlanepantla, se consagró con estar frente a sus ídolos.
Este año, la NBA en México aseguró que Chicago era el equipo con mayor afición en el país. Pero muy pocos como el ‘Niño’, quien además asegura “ser el mayor coleccionista del equipo en el país”.
Jerserys, chamarras, gorras, revistas, cuadros, fotos, autógrafos
y demás souvenirs son parte de su colección de más de mil artículos de los Bulls . Algunos de ellos valuados en miles y miles de pesos.
Este jueves será especial. Los Toros vuelven a suelo mexicano. La nostalgia brota y la Arena Ciudad de México “se va a pintar de rojo” cuando enfrenten al Orlando Magic. Ya son contados los boletos y las ganas de revivir viejos ayeres son enormes.
Ahí estará Roberto. Vestido como todo un Toro, sonreirá y esperará que sea el inicio de un resurgir de su equipo.