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Abraham Ancer
vivió todo tipo de emociones durante la primera ronda del WGC México Championship .
El tamaulipeco jugó los 18 hoyos junto a Tiger Woods y ambos culminaron el día con una tarjeta en par (71 golpes). Bryson DeChambeuau , el tercero en el grupo, no la pasó tan bien (+4).
Ancer intento mantener la calma y jugar como si fuera cualquier otro evento, pero la presencia del público, el ambiente y la experiencia de jugar junto a su ídolo le costó trabajo encontrar la calma.
“Fue algo increíble. No sabía cómo iba a sentirme hasta que nos anunciaron en el tee de salida del primer hoyo. Obviamente me sentí nervioso, porque el tiro no es fácil, pero el resto el día me sentí muy bien”, comentó el tricolor, quien sumó tres birdies y la misma cantidad de bogeys.
El mexicano nunca había tenido tantas miradas sobre él durante una ronda. Ni siquiera en las que estuvo de líder ( Quicken Loans National y el Dell Technologies Championship ) durante la temporada anterior.
Gritos, porras y aplausos siguieron a Abraham durante la caminata de los 18 hoyos. El público en el Club Chapultepec lo respaldó sin importar que su tiro fuera bueno o malo.
“Pude sentir la presión, sobre todo porque quería jugar lo mejor posible frente a tanta gente y porque iba junto a Tiger por primera vez. Siento que hice un trabajo muy bueno”, agregó el golfista de 27 años de edad.
Woods
no tuvo la tarde que esperaba. En el primer hoyo, pegó doble bogey porque su bola se fue fuera de límite. El veterano pudo recomponer el camino con tres birdies de manera consecutiva (de la bandera cuatro a la seis), pero otro par de bogeys lo mantuvieron en par.
“Es muy buena onda”, dijo Ancer sobre su ídolo de la infancia. “Aprendí mucho al jugar junto a él. A pesar de que tuvo un mal arranque, no le afectó en lo anímico. No dijo algo y se las ingenió para hacer más pájaros”.
El tamaulipeco concluyó que se sintió cómodo al estar junto a Woods y lo rellenó de confianza para la segunda ronda.
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